El nido del cuco 07-11-2025

 



LO MEJOR DE SITGES'25: ADICTOS AL CINE (I parte)

La figura del cineasta Eloy de la Iglesia sigue siendo controvertida. Su vida personal parece aún indisociable a su obra fílmica. Durante 15 años su cine fue denostado y relegado casi a "su cultura", además de no ser reivindicado por las nuevas generaciones, acusado de maniqueísmo y defectos en la forma narrativa (rodó 22 films, muchos de ellos rodados rápida e inmediatamente para aprovechar noticias recientes: se puede decir que algunos no eran muy cuidados estéticamente, descuidando quizá fotografía, diálogos...aunque casi siempre conectando con el gran público, que era lo que anhelaba). Nacido en Madrid en 1944 y fallecido en la misma ciudad en 2006, al menos en sus últimos años de vida se vio recompensado por un reconocimiento lento pero sostenido en el tiempo a su legado. Y pudo volver a trabajar. Hoy es un director de culto, que antes de ser considerado "padre" del cine "quinqui" de finales de los 70 y 80 (junto a José Antonio de la Loma, desde perspectivas y estilos muy distintos) cultivó el cine de género de manera Kamikaze y luchando siempre contra la censura franquista y la propia de la transición, llegando a convertirse en un autor incómodo para el poder. Fue un cineasta menos "intelectual" que otros más reconocidos, pero mucho más crítico contra el poder, mostrando una parte de la realidad que se prefería mantener oculta.

Tuvo una vida apasionante y autodestructiva. Gay, marxista y adicto. No tenemos ningún director similar (no exagero, en sus retratos del lumpen y las clases desfavorecidas, es tan original y reconocible, sin entrar en temas de calidad y ambición, como Neville, Buñuel, Erice, Almodóvar o Zulueta, otros cineastas "malditos" de distintas maneras). No tuvo discípulos, sólo imitadores baratos (alguna excepción en la actualidad). Y su filmografía es polémica, salvaje, directa, inclasificable, marginal y taquillera. Todo un visionario, sin exagerar.

Como podrán observar, soy admirador de su obra, difícil serlo de su vida particular, tan transgresora como sus películas. He leído cuánto he podido sobre él, visto documentales  sobre el género que le dió fama, presenciado exposiciones varias y siguiendo con curiosidad "actualizaciones" fílmicas de su obra, de su legado.

Todo éste preámbulo (de ahí que mi reseña del film de Urresti conste de dos partes), viene del visionado de "Eloy de la Iglesia, adicto al cine", dirigido, producido y co-guionizado por nada menos que el ganador de dos Goyas, Gaizka Urresti, que consigue por fin un documental completo, bastante lineal y cronológico, fácil de ver y entender aunque no conozcas el contexto (por los jóvenes inquietos y curiosos), de título acertadísimo, rodado con elegancia y medios, imágenes censuradas, sincero y directo como su cine, trufado de entrevistas relevantes sobre su figura: Sacristán, Ángel Pardo, F. Guillén Cuervo, Garci, María Luisa San José, Pedro Olea, su biógrafo Eduardo Fuembuena.... No cae en la idealización, no suaviza su caída y decadencia y se convierte en lo que Eloy más admiraría: un alegato contra todas las formas de represión y a favor de la libertad de expresión, tema candente hoy también. Una joya cinéfila e imprescindible para los que no lo son, un documento único. Y consigue un equilibrio envidiable entre las imágenes de archivo, entrevistas, análisis de sus films y el retrato social y político del momento, algo nada fácil. De montaje ágil, no teme dar voz a críticos y efectuar montajes paralelos en sus films para mostrar, por ejemplo, cierto "heroísmo" en sus protagonistas. La visión completa de su filmografía que necesitábamos, al mismo tiempo que un relato humano estremecedor, pero necesario para comprender su obra, no oportunista.

Habla de su gran historia de amor, tóxica y violenta, con José Luis Manzano, su actor fetiche. De su familia, de sus inicios, de films tan suicidas y novedosos como "La mirada del asesino" o "La criatura", tan próximos al fantástico. Y, finalmente, de pasos /avances intermedios como "El diputado" o la tremenda "El sacerdote" para llegar a los films que le dieron fama: "Navajeros", "Colegas", "El pico"... hasta el infernal rodaje y parón que supuso para él "La estanquera de Vallecas". Pero me gustaría recalcar algo de lo que el film rezuma y con lo que me siento muy identificado: LA AMISTAD de compañeros, militantes del PCE y colegas que le ayudaron en todo momento, cuando cayó en una espiral de amores intempestivos, drogadicción y ludopatía. Un hombre con tantos apoyos, no puede ser una mala persona. Adicto a muchas cosas, pero también a la vida y el CINE, como todos aquellos que acudimos cada año al Festival de Sitges ("el único enganche que jamás superaré", dice Eloy en éste su documental).

Gracias a Teresa Núñez y Ana Ros, amabilísimas y eficaces responsables de prensa y promoción , a las que dedico humildemente ésta reseña, tuve la oportunidad de entrevistar al director de éste film que concursó en la sección SITGES DOCUMENTA (recuerden: el Festival es mucho más que cine fantástico y de terror, y si fuera asi, ¡orgullosísimos de él!). Abro cortinilla: yo creo que casi todo el cine, hoy, tiene componentes del género fantástico - se cierra cortinilla-. Curiosamente, también concursaron éste año dos docus que hablaban de cine, de los que ya hablaré, pero uno de ellos, "El último arrebato" versaba sobre la figura del también legendario director Iván Zulueta y el rodaje de su film más conocido, el "Arrebato" del título.

Entrevista y debate posterior que podrán escuchar en nuestra radio, por supuesto. Le predije al Sr. Urresti una segura nominación al Goya y me alegra saber que este día 5 se dió a conocer su candidatura al mejor largometraje documental en los prestigiosos premios Forqué (cosa que me hizo aplazar mi reseña sobre "Wisteria", no se la pierdan). Y tendrá grandes rivales: el polémico "Tardes de soledad" de Albert Serra, "2025, Todos somos Gaza" de Hernán Zin (creo si gran rival por mera actualidad) y el conmovedor " Flores para Antonio" de Isaki Lacuesta y Elena Molina, recientisima ganadora del Festival In-Edit de Barcelona. En todo caso, mi apoyo a Gaizka para que sea más visible su docu, que se estrenará comercialmente el 12 de Diciembre, y aún le queda recorrido por otros festivales. No se la pierdan, no sé arrepentirán.

Y para los jóvenes cinéfilos que aún no lo conozcan: les aseguro todo un descubrimiento entre tanto cine estéticamente perfecto pero vacío y temáticamente intelectualizado pero dormido. Su cine es visceral, exagerado, tremendista, para nada dirigido a militantes comprometidos, sino a las clases populares. Un inconformista y suicida, sin nada que perder (y que antes de caer en su adicción, ya padecía el ostracismo por su condición de homosexual y comunista, de lo que nunca se escondió). Un director de marcada personalidad (y debilidades) que sí, puede ser criticado por varios temas (que Urrestia expone sin juzgarle). Un provocador, un burgués concienzudo, incoherente, narcisista e incoherente a la vez. Nunca fue un héroe, pero os fascinará. Y podréis comprobar todas sus aristas.

En el libro "Eloy de la Iglesia. El placer oculto del cine español" (editorial Dos Bigotes) de Carlos Barea, Alana Portero nos habla de cómo odiaba su cine quinqui, "Ese turismo de clase asqueroso. Eran chavales drogadictos y ladrones de verdad, a los que exponían de la peor manera para entretener a la gente, luego les dieron de lado, volvieron a sus barrios y murieron". También Nicolás Grijalba añadía "No hay que olvidar cómo trataba al gay con pluma, era un plumofobo total". O cómo Fernando Trueba, hablaba en 1979 sobre "El diputado": "Sexo y política, cóctel que vende, sensacionalismo barato". El propio libro "Lejos de aquí " (2017, Eduardo Fuembuena) explica cómo pretendía que su joven amante y actor Manzano, heterosexual aunque evidentemente con relaciones íntimas con Eloy, trabajara en exclusiva para él, no le dejaba doblarse a sí mismo y mantenía una peligrosa relación de poder y sumisión que se iba alterando con sus respectivas drogadicciones. El propio Urresti bautiza a sus primeras películas de género como "Películas de Amor y Muerte", por ese instinto autodestructivo que ya citaba y poseía desde siempre. Esa pulsión por la Muerte de la que estaba fascinado. Aristas. 

Un director que batió todos los récords de cortes por la censura en "La mirada del asesino": más de 100 y que contenía el primer beso explicito del cine español (y sexo posterior) entre dos hombres que podemos ver en la versión restaurada de su copia al extranjero. Un hombre que quería ser popular para poder ser también intervencionista, según Sacristán. Un militante que criticaba al partido comunista (Bardem, Carrillo, la Pasionaria intentaron frenarle cuando terminaba "El diputado") por dar libertad a las clases obreras pero no al individuo, esa hipocresía. Aristas. Un hombre que, confesaba, se había gastado más de 40 millones comprando droga sólo en dos años. Qué utilizó el cine para superar su represión personal y familiar, sexual y política, educación y país, de una sociedad que ya era adictiva. El cine para superar el no poder vivir libre. Un director que no preparaba ni planificaba: sus personajes, sus acciones y entornos (descampados, ensanches... en el caso de su cine "quinqui") los conocía personalmente. Nunca quiso adoctrinar, pero se carga estereotipos filmando cómo se pinchaban de verdad. Un hedonista. Aristas que encontrarán en el documental.

Un director, les recuerdo, que se atrevió a hacer una lectura personal y autobiográfica de la novela de Henry James "Otra vuelta de tuerca" en plena popularidad, desconcertando a muchos con un film impecable, cambiando sexos a sus personajes y jugando con el suspense.

La muy polifacética y comprometida carrera de Urrustia, nacido en Bilbao, está llena de reconocimientos: nominado a los Goya en 2011 por el corto "Un Dios que ya no ampara", que propondré se proyecte en Arep por su temática: padres hablando sobre sus experiencias por la discapacidad de sus hijos; nominado en 2020 por "Aute retrato"; ganador por el corto "Abstenerse Agencias" (con la gran Asunción Balaguer) en 2013; ganador al mejor documental por "Labordeta, un hombre sin más" (un grito por los desfavorecidos y minorías de la España vacía) en 2023. Además, dirigió la comedia "Bendita Calamidad" en 2015 y la extraordinaria "El último guión. Buñuel en la memoria" en 2008. Un cineasta coherente y versátil. Licenciado en Ciencias de la Información y profesor de cine y TV. Fundador de su propia productora, Urresti Producciones, asociada en el film sobre Eloy con Altube Filmeak y Allmura Films.

Me contó el proyecto procedía de una propuesta de Ohiana Olea, hija del cineasta Pedro. Y que en un principio se había pensado en qué la dirigiera Diego Galán, amigo personal y rescatador de su figura (gracias a él pudo dirigir su último film, la desigual pero igualmente atrevida "Los novios búlgaros"), pero falleció antes de encontrar financiación, para poco después TVE entrara en el proyecto a través de una convocatoria de documentales. También me contó cómo trabajaron en conjunto y complementados, desde distintos objetivos los tres guionistas: Moisés Garrido, Juan Barrero y él mismo.

El caso es que Urresti nos ha regalado un gran film, que comienza con una entrevista durísima de Ángel Casas a Eloy (le pregunta cómo se vive siendo un superviviente de su film "Colegas", cuando después fallecen sus protagonistas Pirri, Manzano y Antonio Flores) y acaba de manera lírica y con una anécdota graciosa que le encantaría al director homenajeado: cómo sus cenizas, que sus amigos intentaron esparcir en el mar (ilegalmente, como último acto de rebeldía) acabaron estampadas en sus caras por el viento, a lo Lewobsky. "Nadie es marginado, se le margina", oímos de su boca poco antes. Un servidor, que fue amigo de José Antonio Pérez Giner, quien fundó con él la productora Ópalo Films, pudo escuchar muchas otras anécdotas sobre Eloy. No todas felices. Pero recuerdo cómo le trataba de "enfant terrible" en sus inicios. Él estaría orgulloso de ver todos los matices y la libertad con la que Urresti ha rodado su vida y obra.

En segunda y apasionante parte: Bibliografía y exposiciones. Otros documentales. Su legado en el cine contemporáneo y actualizaciones. Crónicas quinquis. La música trap. Análisis fílmico de Urrestia. Poética del lumpen. Pasolini y Fassbender.



FOTOS: 1.- Póster documental / 2.- Charla Urrestia y un servidor en los Jardines del Hotel Meliá / 3.- Imagen de "Colegas" / 4.- El director vasco, Dos Goyas, ¿pronto tres?



Comentaris

  1. "El Pico" es fantástica, la mejor d su filmografía ( la 2a parte + floja). La escena d q le ponen coca en el biberón dl bb d Ovidi Montllor, para q dej d llorar estaría ahora prohibida. Ni en Trainspotting se atreverían a ponerla. Y gran Quique S.Francisco, otro actor fetiche d DelaIglesia..........aunq lo pones en el blog...el festival d Sitges ya es tan amplio q abarca muchos estilos...llámame anacronismo, pero preferiría cine fantástico ( es muy amplio el género) y terror. Salu2

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    1. Hola, queridísimo Koto. En primer lugar me gusta emplees el término "anacrónico" (cosa o persona fuera de su tiempo y lugar), tan fantástico en sí. En segundo lugar, la amplia oferta del Festival no olvida si vinculación al género. Mira, en Sitges Documenta vi tres films: Éste, que también trata la primera parte de la obra de Eloy, donde juega con el terror, violencia, zoofilia, sexo explícito, futurismo, fantasmas y thriller, puro cine de género: tendrías que ver las escenas eliminadas entre Poncela y Vicente Parra de " La mirada del asesino", la extrañísima relación aún hoy entre un perro y Ana Belén en "La criatura", el remedo barato de "La naranja mecánica" que hace en "Una gota de sangre para morir amando", la violencia sexual y castración increíble para su época en "El sacerdote", la más sala posterior "Otra vuelta de tuerca"... Motivos más que suficientes para proyectarla aquí. Y si, "Trainspotting", que suaviza sus escenas más crudas con ese peculiar realismo mágico no posee la mitad de dureza de "El pico", más en su contexto social y político.
      Vi "El último arrebato", que habla de la mítica peli de Iván Zulueta sobre vampirismo y cine. Y, por último, "Aquél Último Tiburón", sobre el rodaje y promoción del remedo italiano de la saga, que se llegó a estrenar aquí como "Tiburón 3" en vez de la oficial "Tiburón 3D" y ¡recaudó más dinero que ella!. Cómo ves, pura cinefilia fantástica en vena.
      En la sección Órbita entran films de género que también tienen su cabida aquí (thriller, acción, artes marciales...).
      Y, por ejemplo, en la Sección Oficial vi la tremenda "The Furious", la mejor peli de acción en años, que deja casi en calzoncillos a mí adorado John Wick.
      Es que tienes que volver pronto a éste tu festival, sabiendo, eso sí, que no podrás vivir proyecciones tan míticas como las de Reimi o la misma comedia fantástica (¿Eso es lo que era, no?) "Arma fatal" y los aplausos múltiples a un ganso cualquiera. ¡Y a tu hijo le hubiera encantado "La Plaga"!.
      Y aprovecho para una FE DE ERRATAS: Eloy nació en Zarauz, Guipúzcoa, aunque muy pronto se trasladó a Madrid...

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