DE MI TARJETA DE CRÉDITO Y DE CÓMO INFLUYÓ EN MIS FILMS VISTOS EN AGOSTO...
Y hete un día que te hacen un cargo que no reconoces, y dos, y tres. Y hasta
en dólares, que éste sí fue filtrado y eliminado por la misma Caixa. Y piensas
"¿Yo, objetivo de hackers?". ¡Cony, iros a buscar otra cuenta de más
enjundia!. Y, claro, uno ya un poco acostumbrado a la app caixera, bloquea la tarjeta
(la única que tengo) y pide una nueva. A recoger en la oficina, que para algo
soy -casi- analógico.
La bloqueo por la tarde-noche, y no se me ocurre sacar dinero antes, para un
café con leche, por ejemplo. Y la cita con el nuevo empleado de la Caixa
(¿porqué lo escribo en mayúsculas?) la tengo en 3 días. Y digo nuevo porque en
un año he tenido ya cuatro "referentes". Y es porque rotan por las
oficinas con la misma facilidad que Takashi Miike rueda dos pelis al año.
Pienso en mi papi y los veinte y tantos años que le atendió el mismo
interventor, más un amigo y siervo... que un extraño que lo primero que mira es
el saldo de tu cuenta para saber cuánto tiempo atenderte....(Yo siempre digo
que tengo un dinerillo que estoy pensando en invertir en ésta oficina de Nou Barris
para conferirme cierta dignidad económica).
Antes de la cita a las 12 (siempre es a las 12, como si empezara en ese
momento el día de la marmota), acudo a comisaría para la correspondiente
denuncia, que sino no te reembolsan el dinerillo. Coincido con un mosso joven
(es su primer día como receptor de denuncias) que pasó por la Escola Joso de
dibujo / animación para luego opositar y optar a un cargo menos sacrificado en
el cuerpo. Como ve que entiendo de manga y anime, hablamos de ello. Su hermano
está trabajando en la Pixar, sección Canadá. Claro, al final le pregunto si su
sueño era opositar... Y me dice que sí, desde pequeño, servir al pueblo como
mosso. Me imagino por un momento a Miyazachi estudiando animación para ser, no
sé, bombero, con todos los respetos a éstas nobles profesiones. Me estremezco.
Pero disimulo, que cuando uno es friki aprende rápido. Le cuento anécdotas de
mi hija, que también hacía clases de dibujo con tal vehemencia (como si todo
hubiera pasado ayer mismo) que cree sigue conmigo. Ésto mismo me lo dirá mi
psicóloga 25 días después: cuento mis vivencias, sólo positivas en cuanto a la
relación con mi hija, como si acabaran de pasar. Y, naturalmente, acabo
repitiendo desventuras a mis fieles. Mi psiquiatra tiene un medio para cortarme
en éstos casos: saca sus apuntes y cuando ve que voy al origen de todo, como
buen narrador, me dice "¡ésto ya lo sé, avancemos!" hasta que
llegamos al momento actual. Evidentemente, no puede dedicarme horas a éstas
cuitas.
Pero divago. ¿Ven? No tienen apuntes de lo ya narrado por mí. Vuelvo al
hilo, perdonen.
Como quiera que uno ya ve cargos sospechosos que no recuerda bien, añado una
cantidad que se ha hecho efectiva en Madrid por una empresa de nombre
desconocido. ¡Devolución al canto!. Luego compruebo la susodicha cantidad
coincide con lo gastado en tres entradas al teatro (ya una tradición navideña)
regaladas a mí hermano, su mujer y mi sobrino. Las compré en el propio Teatro
Tívoli donde se iba a representar, para escoger los asientos que uno prefiera y
no los "recomendados" por los portales, y resulta que su web me
redireccionó a la sede de la compañía madrileña. Tendré que volver a comisaría
a eliminar esa cantidad de la denuncia (uno es muy formal) y pedir a la Caixa,
con mayúsculas, la respete.
En fin, que ya tenía la nueva tarjeta en mi poder, y compruebo que ya no
vale el autorellenado en formularios, compras y demás. ¡Ostras! He de hacer
cambios: con la tarjeta antigua pago el antivirus, el Google One y otras
cosas... Y lo más importante: no me deja comprar entradas para el Phenomena (ya
saben, ahora es oficial, el mejor cine de Europa). Todo lo que me obligue a
pasar por el app de la Caixa - así, en mayúsculas - para dar mi autorización no
me retorna a la web de donde procedo y se ha perdido, una y otra vez, el
relleno de los formularios: ERROR_MISS_CACHE.
Compruebo cómo solucionarlo en consultas al Chrome pero no hay manera.
Pienso en el día en que se pongan a la venta al público las entradas para el
Festival de Sitges, mucho más solicitadas que un concierto del mismísimo Boss.
Entro en pánico. Sí, estaré acreditado, pero al mismo tiempo compro antes
entradas a maratones y sesiones que la prensa no tiene acceso. Es más, cuando
días después, puedan solicitar la prensa sus entradas acreditadas (con cambios
en tus parrillas, por estar agotadas algunos pases, que te obligan a cambiar
toda tu, muy preparada, programación: es el caos) el sistema es el mismo, una a
una, que la compra online. Es el momento más terrorífico del Festival. ¡Y no
estoy preparado!. Imagínense: no puedo entrevistar a nadie sin ver antes su
film, bueno, sí podría, pero.... ¿pero le pregunto por su pasado genérico en la
promoción de su última peli?. No es profesional...
Intento hacer compras sin pasar por el app. Compro un cd de Fito y Fitipaldis, que no tengo por si acaso, en el Fnac. Y la compra se realiza. Y luego la descarto. Bien.
Voy a comprar entradas en el Phenomena (¡arrodillaos!) pero no funciona,
paso ineludiblemente por la maldita app (¡Yo te maldigo, lo has conseguido al
final!) y nada. Nada en absoluto. Me voy a la web del Cinesa Diagonal Mar,
intento comprar una entrada para "Los 4 Fantásticos: primeros pasos"...
¡Y me confirma la compra! No lo esperaba. Y no dejan devolverla. Tendré que
descender a los infiernos, que hoy en día son las multisalas.
Vuelvo al Phenomena, que es lo que me interesa: he de comprar algún regalo
para mi prima, y escojo dos entradas un jueves de agosto para ver "Los
pecadores". Hago una cosa extraña actualizando la página del Phenomena
al mismo tiempo que la maldita app me da el número de confirmación (no hay que
repetir lo que no funciona esperando otro resultado, ya saben).... ¡Y me las
confirma!. Sitges me devuelve la sonrisa.
Miren, pues probando, probando, me iba haciendo planes para éste mes tan
estival. Corrigiendo ajustes, personalizando el móvil y otras cosas que no
puedo decir por pudor, acabo adquiriendo tres entradas para ver "Weapons"
en el Phenomena, con mis dos amigos de toda la vida. Y así nos vemos, que creo
nunca hemos ido juntos a ver un film de terror (ah, no, ¿cómo olvidar ese
horror que fue ver "La mesita del comedor"?). Y, entre
pruebas fallidas y aciertos parciales, acaba mi móvil comprándome una entrada
para ver el "Érase una vez en América", versión 4k de ¡cuatro
horas y media! (sin intermission, eso es para cobardes).
Y, dense cuenta, a la chita callando pues uno va teniendo cosas que hacer en
las que no había pensado. Además, iré y volveré del Phenomena caminando, que
falta me hace. No crean, pedí cita en la Caixa (cómo impone su nombre) para ver
si me podían ayudar con el tema, digo yo a alguien le habrá pasado antes. Nada,
como si les hablara en chino. Y ni en dos bazares técnicos paquistanís (o no,
no todos deben ser originarios de Paquistan) se aclararon más allá de
actualizar el navegador...
Y ahora es cuando les debería hablar de las pelis vistas pero creo ya me he
enrollado mucho (¿Lo ven? ¡En los prolegómenos!) y me dejarán lo haga otro día.
Intenten no cambiar de tarjeta, dejen que caduque. Ella no te cambiaría.
Si..es un rollo y odisea q t hackeen cuenta(x experiencia), y los trámites burocráticos ("vuelva usted mañana")q has d hacer para solventarlo...y encima casi todo online....soy un anacronismo d las visitas in situ a las oficinas...?no se dan cuenta q el no ayudar a la gente mayor, o q no sabe desenvolverse bien con las tecnologías, es un perjuicio para ellos? Cierran cada vez + oficinas, y destruyen puestos d trabajo ( la Caixa prejubilan con 55 años x eso)...allá ellos....Spero q disfrutaras d las pelis q viste "obligadas" x las compras....ya kda poco para Sitges.....
ResponEliminaHola querido Koto. Pues si, yo soy de los que piden cita y molestan en la oficina, que lo que quieren es cerrar todas las Oficinas y que nos apañamos solitos en cuanto muera una generación... Pues, voto a bríos, también tendrán que esperar a la mía y mantener al menos UNA oficina. En el Phenomena, así, quienes van a comprar entradas en taquilla no para el mismo día, son indefectiblemente mayores. Pobres, si les veo sufrir en los Cinesa, ahora que ya no hay taquilleros.
EliminaBueno, intentaré contar la próxima semana el 1x5 que me monte en una de esas multisalas que es el infierno para mí, ni calderas ni fuego. Mi condena es una multisala.