ESTACIÓ DE BOIRA; no hay tema

 


NO HAY TEMA, NO, NO LO HAY

El narrador mira en silencio a sus compañeros unos segundos después de leer el título.

Vuelve a hablar: "Y si "querer tema" significa que os cuente mis últimas relaciones sexuales con otra persona, pues no me acuerdo, lo siento."

Les mira en silencio de nuevo.

Y dice: "No, no, no tenemos asuntos del que hablar, ni tema de conversación concreto. ¿Falta de interés en una charla en particular?...Pues tampoco es eso...Tampoco oímos temas musicales, ni tenemos temario para estudiar...Aceptarlo, simplemente no hay tema. Disfrutemos de ello".

Ahora les mira con cara de resignación.

Y rompe el bonito silencio por última vez: "Si es que simplemente no tenemos argumentos, planteamientos ni acción...¿Sobre qué? Hoy no hablaremos de la vida, de la muerte, del amor ni de ninguna de sus combinaciones...Hoy, por fin, a lo mejor por única vez...NO HAY TEMA. Y voy a ceñirme al mismo. Y me he dejado llevar. Sin florituras ni metáforas ni filigranas. Me encanta el tema de que no haya tema".

Y les mira por última vez. Ha terminado de hablar sobre el no tema.

Juanmi, aquél que voló sobre el nido del cuco

EL TÍO

Yo, en la vida había leído a Chéjov y no es problema pequeño lo que voy a explicar, por qué si hubiera conocido al autor ruso, un poco más que de oídas, habría tenido un contratiempo menos.

Todo empezó cuando conocí a Andrés (que así me dijo que se llamaba) en una APP de citas. Y resulta que yo tengo un TOC (trastorno obsesivo compulsivo) es un TOC por el orden, concretamente por el orden alfabético. Y tenía que decirle a Andrés, como me llamaba. Pero yo necesitaba que mi nombre empezara por “B”, el primero que me vino fue Benito, no me gustó, Baldomero, menos, Bonifacio, ni hablar!! Entonces, de alguna parte del cerebro, me vino “Vania” me resultó familiar y sonaba bien.

Una semana estuve hablando con Andrés por la APP que no es lo habitual, pues están pensadas para sexo exprés.

Por fin llegó el día de la 1ª. cita yo todo ilusionado, me arreglo me pongo mis mejores galas, hasta fui a la peluquería… y es que iba a conocer al tío de mis sueños …

Y pero algo tenía que pasar ¿no? Los estabais esperando, que lo sé yo. Pues sí, dio la puñetera casualidad que vi, un cartel (cuando me dirigía al encuentro con Andrés) que anunciaba la obra de Antón Txékhov –Tío Vania- Me horroricé al comprobar que se escribía con “V” quise mirarlo en la red y efectivamente, aparte de escribirse “V” ni si quiera era un nombre propio, sino un diminutivo de Iván.

Pero, después del berrinche… cero dramas, lo del diminutivo, me dio la clave. Le diré que Vania es un apodo y que en realidad me llamo Biel.

Efectivamente, voy a su encuentro, a él se le veía un poco impaciente….

-           Perdona el retraso Andrés. Le dije y lo primero que me dijo sin saludar ni nada fue - ¿Has traído tema?

-           ¿Tema, qué tema? Dije sin saber de qué me hablaba.

-           Pues si no hay tema no hay cama. Dijo, marchándose por donde había venido.

Como no tenía “tema” se marchó, luego me enteré que el “tema” está relacionado con las drogas.

Aloisius

NO HAY TEMA

No hay tema en el alfha i Omega

No hay tema en la dicha o la Barbarie

Entre el mal o la verdad

Entre la vida o la nada

Entre verdad o mentira

Desengaño o apego

Misterio y razón

Porque en todo hay enigma

Extenso como no sabemos

Entre dudar o certeza

Entre la misma existencia

Menor o mayor pregunta

Entre vacío o riqueza

Todo relativo, todo según qué

Un quizás o sutileza

Qué es verdad y que es mentira

Te pierdes y te preguntas

Tal vez, es que rendido llegas que en todo hay muda belleza

Secretos donde se pierde

En no hay tema ni un nunca.

CRILAMI


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