MIENTRAS TANTO, EN LA TIERRA, MI DUELO Y MI NOSTALGIA CONTINÚAN (Sitges'24, más personal que nunca)
1) MEANWHILE ON EARTH (de Jeremy Clapin, Francia - Bélgica, 2024)
****
La película con titulo más sugerente de la Sección Oficial, y de unos
refrescantes 87 minutos, se trata de una propuesta intimista de sci-fi, cargada
de humanidad y desilusión, promesas de un futuro mejor que son sólo reciclajes
de sueños de un pasado que pueden hacerse realidad (como en toda fábula, por un
precio) y una disección de los diferentes estados de ánimo de su protagonista
para superar -o no- ese proceso de duelo que todos hemos pasado: la pérdida, la
muerte de un ser querido. Y sí, hay aliens, asesinatos y decisiones morales.
Tristeza, depresión y aceptación. La podéis ver en Amazon - Prime.
La película, después de un pequeño prólogo en un Transbordador espacial
donde se interpelan voces en off, cuenta la historia de Elsa (una entregada
Megan Northam, que con sus grandes ojos introspectivos y su mirada fija
transmite de manera efectiva la vida inquieta y limitada de su personaje), una
joven enfermera de 23 años, cuyo hermano mayor, Franck ha desaparecido hace ya
tres años en el vacío del espacio exterior en una misión de exploración. No hay
rastro ni contacto con su nave y ninguna información sobre él ni con ninguno de
sus otros compañeros astronautas. El director y escritor francés, cuyo anterior
film era de animación (nominado a un Óscar y que también hablaba de la pérdida...de
un brazo humano), la convierte en ilustradora. Excusa perfecta para insertar
ensoñaciones animadas en 2d -a modo de narrativa paralela- donde se encuentra
con su hermano en una nave espacial.
Atrapada en su dolor, Elsa trabaja en un asilo de ancianos que dirige su madre, pero pasa días y noches recordando a Franck, pintando con aerosol la letra F en las estatuas de la ciudad, donde su hermano es una especie de héroe popular local. Vive con sus padres en la habitación de Franck, metáfora perfecta para enseñarnos que ha decidido poner su propia vida en pausa.
Una noche, Elsa oye la voz de su hermano proveniente de una antena. Franck le dice que está cautivo de unos extraterrestres, una especie alienígena simbiótica, y pueden traerlo de vuelta si ella coopera. La voz (¿es realmente quien dice ser?) le sugiere que se inserte una extraña semilla blanca translúcida en la oreja para poder hablar con ella directamente, a modo de auricular - transmisor. Ella obedecerá y el artefacto se adhiere con gran fuerza a su tejido interno (sí, también hay un poco de body horror). Pero esa voz familiar es sustituida rápidamente por la de un alien que le propone un trato: si coopera con "ellos", Franck le será devuelto. Y el pacto, claro, es mefistofelico. Debe sacrificar a 5 personas para que sus cuerpos alberguen los cinco seres que forman el "ellos". Al igual que el dolor, Elsa y el simbionte son rehenes el uno del otro y se necesitan para "existir" (en el caso de ella, "vivir de verdad"). Además, tiene un tiempo concreto para su misión, un tic-tac angustioso, que se muestra a veces en un cronómetro.
Pero la aventura espacial y las preguntas sobre lo que hay ahí fuera quedan
realmente en segundo plano. Así, 'Mientras tanto, en la Tierra', se
convierte en mitad drama fantástico, mitad cuento moral con algo de terror. Nos
hablará de un dolor extremo que puede enturbiar la salud mental (ya hablaremos
de si todo ocurre realmente). Pasamos de los sentimientos a los dilemas
filosóficos: ¿A quién debe sacrificar?. El espacio exterior se mezcla de forma
poco convencional con la desesperación interior. Y, aviso para navegantes, no
se trata de colaborar en una invasión alienígena (el film no juega en ese
terreno): esa necesidad de "cuerpos anfitriones" es algo parecido al final
de un camino para la nueva especie y el comienzo de otro, una forma de
"regeneración".
Al principio, Elsa no tiene problemas para encontrar el primer cuerpo
anfitrión: un hombre que la agrede sexualmente le ayuda a tomar esa terrible
decisión. Luego escoge a una persona demente, un vagabundo alcohólico... Su
trabajo le puede ayudar a cumplir con su sangrienta tarea. De modo similar a la
premiada 'El baño del diablo', esa depresión femenina se
exterioriza y daña a los demás. Pero al compartir intimidades con la quinta
víctima, SPOILER OJO, Elsa deja que salga ilesa, decide que la vida de
un familiar no es más valiosa que la de un extraño FIN SPOILER. Deja de
contestar a una voz que, en el fondo, no entiende.
Toda esta propuesta interesante finaliza de manera un tanto abrupta y
plantea al espectador otro dilema ético supongo que intencionado. Mientras Elsa
sale de un túnel hacia una luz clara y luego camina hacia la orilla del océano,
Clapin sugiere que ha salido de su depresión. A lo lejos, maravillosa idea
visual, se puede distinguir la silueta borrosa de un barco o una nave espacial.
Podría resultar un bello colofón, pero ella es responsable de cuatro muertes y
sólo una en defensa propia. Ha aceptado un trato, no lo ha cumplido, pero se
nos aparece como una asesina egoísta, sin aparentes consecuencias psicológicas,
terreno que la película no explora ni es su intención. Se centra en hablarnos
de cómo asumir el duelo. No entra en la manera correcta -¿existe alguna?- de
cómo hacerlo. ¿Una incongruencia?.
Mi particular apuesta es que el film está tan atado a la subjetividad de
Elsa que todo sucede en su mente, esa lucha interna es imaginada con elementos
oníricos, quizá propios de una persona enferma. Si el film es una alegoría
sobre las etapas de negociación del duelo, el abrumador conflicto ético no es
tal (¿o sigue siendo condenable si no hay muertes reales pero se
desean?). A preguntas difíciles, respuestas idem. Tal vez se sacrifique
ella misma al final para poder cumplir su sueño de poder vivir con la ausencia
de su hermano (hay pequeñas pistas que parecen apuntar a ello, como un colgante
en su coche que aparece constantemente para luego desaparecer durante la toma
"liberadora" de la salida del túnel). Nos situamos entre el interior
de la cabeza de Elsa y el infinito del espacio. Entendemos que su percepción de
la realidad podría no tomarse al pie de la letra, lo que a su vez, para algunos
espectadores, pondrá en tela de juicio gran parte de la narrativa ya
intencionadamente vaga de la película.
Pequeña y extraña, el film seduce por su belleza suave, su fotografía fría,
su banda sonora surrealista. Por grandes momentos visuales como las tomas
panorámicas de campos y bosques que recuerdan la belleza de nuestro mundo
anhelado por "ellos": por ejemplo, la escena donde Elsa va a una
fiesta en la casa de un amigo, presentada bajo una luz que contrasta con el
cielo claro, con ese espacio exterior misterioso. Como esos pequeños indicios
en la naturaleza, tan presente en el film, de que algo amenazante de otro mundo
está sucediendo, con una iluminación de neón hasta encuadrar un círculo de
polvo que Elsa observa justo antes de que todo cambie para ella. El guión sí
puede ser frustrante si realmente no pretende sugerir tantas preguntas como las
que lanzo yo mismo al lector o puede resultar tremendamente fascinante si, como
creo evidente, ahonda en las partes de nosotros mismos que la vida nos obliga a
dejar atrás: profundiza en Elsa como alguien desesperada por sentirse de nuevo
"completa" después de una pérdida profunda. Personalmente, y
afectado profundamente en mi particular duelo por mis más queridas personas,
unas muertas y otras vivas, me conmovió profundamente. No me importaría
imaginarme un escenario tan fantástico, o perderme en mi mente cual Ken Russell
para ver la salida de mi túnel.
'Mientras tanto en la Tierra' aborda de forma intrigante la
psicología de su heroína, y apenas nos ofrece detalles sobre cómo la ausencia
de Frank afectó al resto de su familia y amigos. Se centra en su hermana,
atrapada escuchando señales del universo; temiendo que encontrar un nuevo
futuro para sí misma con el miedo a que sea algo parecido a borrar el pasado
que alguna vez compartió con él. Sí, puede resultar algo irregular e inconexa
para quien se deje llevar más por su premisa que por la historia en su
conjunto, con tantas posibilidades interpretativas como sentimientos te produce
el dolor. No hay certezas, sólo gestiones emocionales para seguir viviendo.
En los pocos momentos familiares del film, la madre de Elsa le dice
"Podemos ser felices pero tenemos que elegir serlo. No todos encuentran su
camino". Nunca me había sentido tan interpelado en éste preciso momento
de mi vida, por lo que me resulta difícil ser objetivo con éste film tan
conmovedor y honesto, lleno de momentos tranquilos en los que Elsa mira las
estrellas con asombro desconsolado o deambula por el bosque, que son mucho más
intensos que la violencia explícita y los encuentros en la tercera fase (como
el film de Spielberg, explora temas como el descubrimiento del cosmos y la
comunicación intergaláctica a través de poderosos lazos familiares y
románticos, sólo que no tan amistosos).
El director aborda un enorme desafío, en la modestia del film, para narrar
una búsqueda de naturaleza homérica, que diría John Ford. Es un desafío que nos
deja perplejos y curiosos, con una carga emocional tan intensa y hermosa que
también debemos gestionar como la propia Elsa. Ambiciosa y ambigua. Que
interpela directamente al espectador para que se esfuerce en reconocerse a sí
mismo. Una pieza de ciencia ficción independiente, tan rica en matices que lo
francés entronca con el espectáculo estadounidense: puede verse como un 'Interstellar'
humilde (recuerdo que algunas criticas del film de Dolan señalaban su decepción
cuando la solución definitiva de esta película científica tan documentada era,
ni más ni menos, que el amor parento-filial), que habla de familiares perdidos,
de reencuentros dolorosos, de superación, de aceptación, de un dolor tan agudo
que te ancla en un pasado perfecto y sólo te augura un futuro incierto. Por mi
parte, insisto: agradezco que los códigos del fantástico puedan mezclarse de
manera tan fluida y compleja con los códigos de la vida "real". Gracias,
Jeremy. Después de ésta experiencia que me has ofrecido, creo me dejarías
tutearte.
Te has extendido( y bien) en tu crítica., señal d q no t ha dejado indiferente. Intentaré verla...mientras t leía, y antes d tu desenlace , yo también creía q la 5a víctima sería ella misma...los mundos externos siguen viviendo en su mente
ResponEliminaPues mira, querido Koto, es una brillante idea, tanto si ha matado a las 4 anteriores de verdad como sino. Otra manera de reunirse con su hermano astronauta. Otra manera de salvaguardar si... ¿conciencia?. Y si sale del túnel después de acabar con su vida, un mensaje totalmente distinto y polémico...
EliminaMuchas gracias por tu aportación!
Bueno, ya sabes porqué me interpelaba tanto el film, por esa gestión del duelo, en la mente y en la vida. A lo mejor, si la encuentras, te decepciona algo.
EliminaPero es brillante tu idea. Pero interpreto que si el film acabara así y se atreviera a darle un final, cualquiera, después, sería considerado una apología del suicidio, la causa mayor de muertes en el mundo, y ningún profesional en salud mental podría recomendarla....
Si sólo acabara con el suicidio... Bueno, no creo fuera objeto de polémica, pero sería tan tan descorazonadora....
Pero sigue siendo brillante la idea. Se le habrá pasado por la cabeza al director/guionista?
Me ha encantado mí propia reseña
ResponEliminaGracias, Miquel por autocitarte, en mi beneficio!
EliminaSolo tú y yo entendemos este comentario! 😅
ResponEliminaEs un guiño interno y privado, querido Manel!
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