El nido del cuco 31-01-2025

 






PRESENCIA FEMENINA (Sitges'24)

1) ANIMALE (de Emma Benestan, Francia, 2024) ***

En una de las propuestas más interesantes de la Sección Oficial y Premio Méliès d'Argent a la mejor película, Emma Benestan rueda un film de género (colinda con el western - ya ineludible para mí - y los grandes espacios de la región de Camarga, el mundo de los toros, el componente fantástico, la presencia de lo femenino en un mundo plagado de hombres...) que está protagonizada por Nejma, una joven criadora de manadas de toros (tema, el de la tauromaquia, en el que no se posiciona) que viven en libertad en un rancho, decidida a cumplir su sueño de participar en la carrera de Camarga, donde se desafía a los nobles animales en la arena, de tú a tú (a pie y sin ningún tipo de protección tienen que fintar a los toros y tocarles la frente, una antigua tradición). Pero cuando la temporada está en su plenitud, parece que una bestia salvaje, posiblemente un toro, está causando desapariciones extrañas de los lugareños y asesinatos violentos cerca de un pantano. Empieza la caza del animal misterioso.

En este mundo de hombres, la joven es aceptada plenamente (va a ser la primera mujer en competir, además), y, aunque le llamen "princesa" o "pequeña", no hay ningún rastro de que su feminidad no encaje en un mundo misógino, a pesar de la preocupación de la madre de nuestra protagonista de 22 años. Ella ha aprendido a conseguir el respeto de sus compañeros ("sé que os gusto, pero tengo que lidiar con otros toros", señala). Aún así, evitando prejuicios, la directora construye un relato feminista y de venganza.

Después de una prueba en la arena, donde aún se muestra temerosa y el toro resulta herido, Nejma se emborracha y no hace falta ser muy perspicaz - el film es predecible, sí - para averiguar que nuestra protagonista está sufriendo cambios corporales -SPOILER- en forma de minotauro -FIN SPOILER-, para despertarse sin recordar nada entre la mirada de su otra parte animal, los toros, que parecen aceptarla como uno de los suyos. Una joven que navega entre dos mundos y conviviendo con ese horror corporal que es su transformación real y metafórica.

En ese impresionante escenario natural, el film describe los rituales de las dos manadas, los hombres y los toros, y resulta audaz y enérgica, con actores entregados y el elemento sobrenatural muy bien integrado (fantástico plano final). Sutil no es, en cambio, aunque sus intenciones resulten loables. Resulta también conmovedora, pero la segunda película de esta directora y guionista franco-argelina consigue reunir abundantes escenas perturbadoras y, al mismo tiempo, no acaba de resultar del todo creíble en su intento de transgredir las expectativas sociales de un mundo tan cerrado como arcaico. Aún así, recomendable. Los buenos propósitos también cuentan, y un espectador no adentrado en el género fantástico - híbrido - metafórico puede resultarle la propuesta admirable y muy disfrutable.

 


2) PLANET B (de Aude Léa Rapin , Francia, 2024) ***

También dentro de la sección oficial, a éste film, sin verlo, ya le pondría tres estrellas al estar protagonizada por mi admirada y deseada Adèle Exarchopoulos. Sí, pido perdón por mi chabacanería. Ya protagonizó la mejor película de este festival (en mi opinión: L, amour fou), y su presencia en éste film de ciencia - ficción distópica ya hace imprescindible su visionado. Creedme.

Dejándonos ya de filias personales, Adele y Souheila Yacoub (gran complicidad entre ellas) interpretan a nuestras protagonistas en un futuro distópico, 2039, pero que se antoja muy cercano a nuestra actualidad. Una noche, en Francia, tras un atentado en forma de bomba en un sistema de comunicaciones, un dron sigue y detiene a varios «eco-activistas», incluyendo a Julia (Adèle Exarchopoulos, que mata accidentalmente a un agente y queda herida en un ojo) y desaparecen sin dejar rastro. Cuando despiertan, están encerradas en un mundo aparentemente idílico pero totalmente desconocido. Es ese Planeta B del título. Al mismo tiempo, conocemos a Nour  (Yacoub), una inmigrante y periodista iraquí con un pase al que solo le quedan unos días de validez –algo que se mide escaneando su retina– y que trabaja en un muy vigilado sector de limpieza en una fábrica militar, tratando de encontrar un nuevo destino.

Julia es la "representante" de una juventud que se enfrenta al colapso climático, marcado por el fracaso de unos Acuerdos de París en un mundo casi apocalíptico donde las crisis geopolíticas se agravan, se intensifican las fronteras, las muertes aumentan, los pesticidas causan estragos, se fomenta la criminizacion de los movimientos de oposición, el empobrecimiento creciente en ciertos sectores vulnerables de población y las condiciones personales y sociales empeoran bajo un control exhaustivo. La directora y guionista reconoce en ella a "una luchadora de la resistencia moderna". Lo que sucede es que esa resistencia tendrá una cruel respuesta legal. Julia se despierta en una playa de aspecto paradisíaco y, mientras recorre el lugar, no solo se encuentra con sus otros compañeros detenidos, sino que ninguno de ellos tiene las heridas que sufrieron en la realidad. Una voz les explica que se encuentran en un lugar virtual en el que mentalmente pasan su tiempo mientras están encarcelados. Cada intento de fuga es repelido por un campo de fuerza. La gran idea es que, de un entorno virtual, no hay escape. De hecho, cuando las autoridades quieren, los hacen saltar de un día al otro.

En la historia paralela que transcurre en el mundo real, Nour se topa con un casco de realidad virtual que intenta vender en el mercado negro para conseguir dinero. La sorpresa es que, al ponerse el casco en cuestión, aparece ella también en el Planeta B y se topa con Julia, lo cual producirá una serie de sorpresas, la mayor, que al ser una conexión con el mundo real, Nour puede intentar ayudarlos. No me negarán la premisa es harto interesante.

Interesante y ambiciosa, pero irregular. Al film le sobra metraje (dura más de 2 horas) y, como en Animale, se vuelve algo repetitiva y previsible en su recorrido dramático. Planet B intenta combinar un prototipo de modelo hollywoodense en que no se sabe qué es real y qué no, bajo un gobierno totalitario, y un relato más europeo, de personajes, pero que se ve ahogado cada vez más por una liosa y cada vez más ilógica trama.

Y sí, tiene imágenes memorables, a medio camino entre la IA y la naturalidad de las escenas que evocan el conflicto personal con la consiguiente pérdida de libertades. Trata cuestiones actuales como la ecoansiedad, las políticas migratorias o los peligros de las nuevas tecnologías (la prisión, ese "no lugar", en forma de isla, resulta una inmersión visual impactante, tan opresiva como hipnótica). Desde la descolorida iluminacion de los espacios cerrados a los cielos inabarcables de éste Metaverso, el film ofrece y da una rica experiencia sensorial. También a su favor, aparte de la presencia de Adele, tiene vocación internacional (la migrante iraquí habla inglés), no cae en fórmulas recurrentes de algunas series ofrecidas en plataformas y contiene ideas acertadas e inquietantes sobre nuestro futuro cercano. La tortura en ese no lugar es horriblemente psicológica y se utiliza de noche en forma de pesadillas para que los reclusos se delaten unos a otros. En ese sentido, se puede palpar la paranoia, el peligro y la violencia extrema. Quedémonos con esos aciertos que pueden recordar a "El prisionero", "Hijos de los hombres" o "Días extraños". El comienzo es inmejorable, pero el anhelo de centrarse en la acción y ritmo entorpece el desarrollo de los personajes. El dilema de los dos métodos que mencionaba antes.

Y, como en Animale (con distintas pretensiones pero las dos desde una perspectiva genuinamente femenina), no bastan las buenas intenciones sobre las amenazas a las libertades civiles en una sociedad democratica (casi casi trivializandolas en su intento de llegar al público joven) para convertir a Planet B en una obra incontestable. No lo es, pero merece la pena ser vista por su indudable intento de capturar este mundo inestable en el que nos encontramos.

Comentaris

  1. Ya todo es woke en el cine..feminismo, cambio climático, inmigración., proteccionismo animal.....pero los d la elite siguen haciendo lo k kieren

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    Respostes
    1. Querido Koto, ten cuidado que por menos que eso nos chapan ya el blog!. O te llaman fascista, que está muy de moda. O negacionista. O insensible. O egoísta. O xenófobo. O nazi como los de tu querido Indiana. Y ni siquiera posees X o eres presidente para que te resbale todo. No hablabas tú ya de la agenda 2030?.
      En realidad los temas y equipos femeninos de los que hablan las dos pelis de hoy son muy del gusto de Sitges, me imagino aún más un film como el de Planet B, que es más "directo" que el de Animale, más ambiguo a mí gusto.
      A mí me parece fenomenal que se traten todos los problemas actuales o controvertidos, mientras no sean descaradamente adoctrinables ni con un mínimo de sutileza.
      Es cierto, también, que algunos Gobiernos pierden su ideología a favor de ciertos temas sociales que, imagino, pueden provocar el malestar de muchos.
      Pero, mira, por ejemplo, en Animales no sé enjuicia la tauromaquia (tampoco se trata de típicas corridas de toros), va más allá. Y segurísimo ofenderá a algún sector del público que no quiere apreciar su vertiente feminista, metafórica o animalista que también lo tiene.
      Es el mundo de los ofendidos, espero explicarme.

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