ESPAI LITERARI

Indecisión

LA INDECISIÓN

Por culpa de la indecisión

Perdiste tu oportunidad

Jugaste tus cartas...pero...

El diablo se burla de ti

Todos tenemos deudas que pagar

Maldita sea la ley

El presente perdido

Por culpa de la indecisión

José Luis Torres

 

YA ME DEJARÁS TÚ 

La indecisión llamó a mi puerta a los dos añitos. 

"Hola, soy la indecisión. He venido a acompañarte durante toda tu vida", me dijo sin más. 

Y añadió: "Veo que has abierto la puerta y eres muy pequeñito. No, no, eso no puede ser. Te veo muy seguro". 

Yo, claro, le pregunté de parte de qué familia venía, si de la del papá o mamá. Ella me contestó que de los dos y que le dejara entrar, que mis padres ni se darían cuenta de que estaba allí. 

"Pues nos ha merengao", pensé. 

Y aquí se quedó, a mí lado siempre, pasando inadvertida. Yo le daba de comer y merendar con mis sobras, y por las noches hablábamos de la duda y me leía "Hamlet" poniendo voces a todos sus personajes. Me sentí muy identificado con el protagonista. 

Al final acabé cogiéndole cariño a la indecisión. Ella me avisaba que no todo iba a ser de color de rosa, al contrario. Que me acompañara siempre me iba a provocar más disgustos que alegrías.

Charlábamos sobre las elecciones, los caminos a seguir y el tiempo que pasaba decidiendo sobre ello. "Tempus fugit", me repetía. 

Qué la dichosa indecisión fuera mi mejor amiga también me condenaba a una cierta soledad. Por no ayudarme, mi me recomendaba qué vestir, qué asignaturas a escoger ni si podía llevar peinado rocker o no. 

Bueno, pensé, sólo no estaría. Pero no esperes que escoja película, cariño. Ni que decida dejarte. Ya lo harás tú.

Juanmi "el que voló sobre el nido del cuco"

 

DE LA INDECISIÓN A LA EMPATÍA

¿Te imaginas que inventasen una máquina que tomase las decisiones por ti?

Una de esas Inteligencias Artificiales que ahora están tan de moda y que nos asustan tanto...

Evitarnos la tediosa rutina diaria de cada mañana "¿Qué me pongo?" "¿Qué hago de comer?"

¡Yo creo que sería estupendo!

Todas esas pequeñas decisiones cotidianas resueltas en segundos.

Bueno, las pequeñas y puede que también las grandes...

"¿Qué quiero estudiar?" "¿Me caso con Manolo?"

¡Si la máquina se equivocase siempre nos quedaría el consuelo de echarle la culpa a ella! 

Por ejemplo, cuando te preguntan qué quieres ser de mayor.

¡Y yo que sé! ¡Si no sé ni quién soy ahora...! Que decida la máquina. 

Y no es que sea yo una persona particularmente indecisa. Pero tomar decisiones requiere invertir tiempo y dedicación. 

No es algo divertido. 

Aunque, ahora que lo pienso... Recuerdo algo de lo que disfrutaba muchísimo y consistía precisamente en eso, en tomar una decisión...

Cuando la Rambla de Barcelona era un Paseo de las Maravillas (llena de flores y pajaritos) y no esa aberración para "guiris" que es ahora, pocas cosas me producían mayor placer que ir de un lado a otro del Paseo encantándome ante toda clase de animalitos:

Periquitos, canarios, conejitos, hámsteres, patitos, pollitos...

Las más diversas y esponjosas criaturas reunidas en asombrosa cacofonía.

¡Pobres! Ahora que lo pienso...

Bueno, ¿y en qué consistía la susodicha decisión?

Pues se trataba de decidir cuál de todas aquellas maravillosas criaturas me llevaría a mi casa, si me dejaran llevarme solo una.

¡Era una decisión complicada! ¿Quieres pollito, un patito o un conejito?
¿Un canario o un loro? ¿Cuál es el más bonito?

Y entonces mi Yaya me preguntaba:

–       ¿Ya sabes cuál te gusta más?

–       Pues me gusta muchísimo el patito amarillo, aquel tan gordito y también el conejito castaño con las orejas oscuras. Pero me llevaría ese otro, el pollito negro.

–       ¿Ese tan flaco? Se asombraba mi Yaya. -Pero si es muy feo! Tú misma has dicho que no te gustaba.

–       Sí, Yaya. ¡Pobrecito! ¿Y quién lo va a querer?

Mi Yaya me miraba como si estuviera loca. O, más bien, como si yo fuera tonta...

Mucho tiempo después, descubrí que esa sensación de querer quedarme con el bicho más feo de toda la Rambla, se llamaba EMPATÍA.

Pily Martín

 

LA INDECISIÓN

La indecisión siempre me traiciona, siempre me sonríe antes de clavarme un puñal por la espalda. Me dice por un oído que tengo libre albedrío para escoger entre diferentes opciones. 

Por el otro oído me susurra que mi destino ya fue forjado a golpe de martillo, y que tan solo estoy viviendo una ilusión.

Finalmente, escojo y muevo ficha, sabiendo en el fondo que todos los caminos que se me plantean me llevan al sufrimiento. 

Maldito puñal

Parrado

 

DUDA

Qué será de mí amor,

con la duda de saber si me querrás…

como yo anhelo.

Qué será de mis sueños,

con la duda de saber ….

si serán realizables.

Qué será de mi existencia,

con la duda de cuántos días …

tendrá mi vida.

Que diferente sería la vida,

sin  la duda permanente…

La vida es una duda existencial

permanente.

Yazvero

‘LA INDECISIÓN’

Blanco o negro ...

no se ...

tú sabes ? ...

Quisiera saber,

y acertar !!

que miedo,

que terror ...

a qué ??  …    a equivocarnos ??

                        a fallar ??

                        a no ser correcto ??

si ‘erras’ APRENDES,

si ‘no haces’, vas hacia ATRÁS.

jordimaju

 

LA INDECISIÓN O LA DUDA

No me decido. No sé qué camino escoger.

Siempre queda la duda.

¿Será correcta mi elección?

¿Me ahogaré en los abismos del averno?

Maldita indecisión.

No sé a qué aferrarme.

Dudo de mi paso por el universo.

Ni siquiera el espejo refleja mi duda.

Cae, cae, cae y rueda, rueda, rueda, por siempre hasta el infinito.

Eva

 

INDECISIÓN

Esta vida está llena de indecisiones, por miedo a hacer o tomar una acción incorrecta ¿pero realmente que es lo correcto? Estar indeciso es algo normal, yo soy bastante indeciso y tener la duda de tomar una acción es, en personas que no son impulsivas y piensas en hacer algo para no equivocarse… por eso bendita la indecisión, pero tampoco es bueno ya que si eres siempre indeciso nunca podrás aprender, ni sabrás que decisión o acción tomar… por eso ni un extremo ni el otro es bueno.

Izam A.

 

INDECISIÓN

Indecisión que eres causa del pesar de mis pesares.

Indecisión que detienes en la incógnita injusticias.

El vaciar de la nada, en experiencias de aprender, obligaciones distintas.

Ausencia de la esclavitud.

Luego te sientes más fuerte, de conseguir los valores, en distintas decisiones. Viajas en sueños reales. Moverte de un sitio a otro, al igual, a un gato… enfadado, no te deja descubrir, horizontes de expansiones, méritos de habilidades, no descubres capacidades; Indecisiones por miedo, y que recreen en el temor del juzgante, sin atino, pero, igualmente, lo sufres. Has de derribar la carga, de tan largas sensaciones, que te amarran sin razones, hacia nuevas, ver nuevos caminos, novedades, oportunidades. Crecer, quizás, no le den ningún valor, pero para la fe lo tiene. Sorpresas me llevo siempre, donde, ver las soluciones.

Si no sufrís, el poder de indecisiones y superáis nuevas barreras, te cierras aprendizajes, tú mismo te estás anclando, dichas de oportunidades, que pueden ser sorprendentes, sin regalo las afrontes, el regalo es subsistir, y muevas las alas de un ángel, sino sabes de nuevas metas sino sabes lo que te pierdes.

Crilami

SENSE TÍTOL

La indecisió té alguna cosa a veure amb la procrastinació? Em pregunto. Contesta’m tu! Qui... qui t’hauria de contestar! Ah! M’he encordat, que quan era jove i feia teatre, vaig fer un clown (aleshores ja era indecís) y el “leitmotiv” era – Voy o no voy – Ho anava repetint constantment. La gent va riure molt.

Aloisius