22-11-2024 El nido del cuco

 



DE GRIPE DE LOS RICOS Y GEOMANTES (Sitges'24, ¡hasta el final!)


1) RICH FLU (de Galder Gaztelo-Urrutia, España, 2024) ***
Que Gaztelo-Urrutia era un director a seguir ya lo demostró con, la aquí premiada "El hoyo". Que ya es un autor más comprometido con su obra (ejerciendo de co-guionista y productor también) y con su propia temática (la distribución de la riqueza, la desigualdad de clases sociales y necesidad de una revolución desde los estratos más necesitados) lo demuestran los estrenos, casi simultáneos, de "El hoyo 2" en plataformas y ésta "Rich Flu", con estreno en salas éste enero. Con reparto, financiación internacional y rodada en inglés, ésta "Gripe de los Ricos" se perfila como un film necesario, personal y atrevido en su propuesta narrativa dentro de la Sesión Oficial a concurso.

A través de la alta ejecutiva, y productora de streaming, Mary Elizabeth Winstead (impagables minutos donde escucha con suficiencia propuestas imposibles - o ya no - de guiones), vemos como un virus pandémico empieza a matar a las mayores riquezas del mundo, el Papa y el rey Charles entre ellas, para luego acabar con los siguientes miembros de la lista Forbes. Advertidos por un misterioso multimillonario (sensacional speech de 7 minutos de un mefistofelico Timothy Spall, lo mejor de la película: ¿qué se siente al dirigir a un actor así?, le pregunté al director) que reparte su riqueza entre sus bien pagados empleados para salvarse a sí mismo, nuestra protagonista (que se considera a si misma "de clase media") de repente se convierte en élite de la clase más pudiente, es decir, futura próxima víctima del virus.

Jugando con el odio instintivo a los más favorecidos, Gaztelo-Urrutia, construye en ésta primera parte del metraje, una nada sutil crítica irónica, satírica y corrosiva de ricos que intentan desacerse de sus fortunas. Y funciona. Un servidor esperaba que el film desarrollara el hecho de que esas masas occidentales que celebraban la desgracia de las élites financieras, se convirtieran en las siguientes afectadas por el virus mortal. No nos engañemos, querido lector, usted y yo somos ricos para miles de millones del planeta. ¿Quién nos gobernará ahora?. ¿Es el momento del anarquismo?. Aquí aparece la figura del poeta, escritor y filósofo estadounidense Henry David Thoreau, autor de "Walden" (libro que regala a sus confusos invitados Spall: ahí está la salvación) y "La desobediencia civil", cuyas citas y apuesta por un consumo más natural y sostenido jalonan el film,  también en forma de pintadas en paredes a la manera de "Watchmen". Tanto se basa director y guionista en sus tesis que debería constar también en créditos.

El punto de partida es tan original y transgresor (afortunadísima idea: el primer síntoma de la enfermedad es un brillo cegador en los dientes, durante siglos higiene para ricos), que, aunque cae en algún inevitable estereotipo, la parodia es acertada, su tono funciona y el ritmo nunca desfallece... Pero, a poco de mitad de metraje, "Rich Flu" desconcierta y cambia radicalmente sin aviso y se convierte en cine social, denunciando el drama de la emigración (en éste caso, claro del Norte al Sur, los blancos adinerados huyendo por mar a África, continente aún no afectado) con un brusco giro que, como bien saben los fans de "El Gatopardo", hace que todo cambie para que siga igual. Utilizando objetivos largos, con música ominosa y hechuras de documental, nuestra protagonista y compañía serán objeto del tráfico de esclavos y pronto, mercenarios negros se enriquecerán con el comercio humano de los blancos encerrados en campos de refugiados y acabarán teniendo un extraño brillo en su dentadura. El director es plenamente consciente de la existencia de dos films en uno, y me argumentaba que el tema de la migración es tan grave que sólo podía tratarse de forma dramática.

Lo que sucede es que sustituir el sarcasmo por la denuncia, inteligente por supuesto, de ésta "emigración inversa" es que el tono se vuelve excesivamente serio y solemne, casi sin esos anteriores atropellados diálogos y noticiarios, y la peli languidece por momentos sin encontrar una salida adecuada, engullida por su misma gravedad. El desconcierto está asegurado. No puede ocurrirseme una transición más fluida ni puedo atreverme a sugerir al equipo una apuesta más armónica en una decisión tan controvertida de cara a la audiencia. Sí, como en "El hoyo" hay cierta esperanza en la juventud no contaminada aún por éste capitalismo feroz. Y la secuencia final es tan, tan buena y cruel (en una cierta armonía con la naturaleza que sugería Thoreau, aparece de nuevo la serpiente tentadora del intercambio para poseer más que el otro que, quizá, tendría que haber dejado paso a un nuevo tercio del film, eliminando parte del anterior metraje) que se le perdona las larguísimas y un tanto aburridas secuencias africanas. El film intenta aparentar una trascendencia que ya poseía en su vertiente más divertida y cínica. ¿No podría ser más certera la apuesta inicial hasta acabar sintiéndose el espectador incómodo como parte de esos desgraciados ricos, cuando baje el escalafón jerárquico del virus como esos niveles de "El hoyo"?. Sería inevitable la extinción de la humanidad en la explotación sistemática del otro. Hubiera sido interesante reconocernos como engranajes de este sistema tan feroz que compartimos. O comprobar que la maldad y avaricia, no digamos la envidia, se encuentra en todos nosotros con un sólo fajo de billetes. Es decir, ahondar en cómo cambia nuestra percepción de solidaridad humana cuando somos nosotros los necesitados. Muchas opciones para evitar repetirse en la obvia tragedia, tan vista y tan ignorada a veces, de pateras llegadas a nuestras costas.

Lo que perdura es la incomodidad en la forma, de esos primeros planos actorales y generales como en esos thrillers de los 80 y 90 o el cine catastrofista actual a la sobriedad, austeridad y oscuridad del nuevo orden mundial de la segunda parte. De la promesa del humor negro antisistema pasamos a lo redundante del drama social. No me interpreten mal. Es una apuesta arriesgada, sí, pero quizá lo más valiente y acertado hubiera sido llevar la sátira hasta ese memorable final que vendría a cerrar el círculo.

Y demostrar que Thoreau (al que uno descubrió en la mítica "El club de los poetas muertos") se equivocaba y Hobbes acertaba con aquello de que el hombre es lobo para el hombre.

Como Palpatine con Anakin Skywalker, seguiremos atentamente la progresión de Gaztelo-Urrutia. Se lo merece.

 


2) EXHUMA (de Jang Jae-hyun, Corea del Sur, 2024) ***
Y llegan los coreanos dentro de la Sección Oficial con el premio especial del Jurado merecidísimo, trayendo uno de los filmes más taquilleros de su historia, desbancando por ejemplo a "Parásitos". "Exhuma" (que da nombre al programa real  de investigación que trata las cuestiones relativas a las fosas comunes resultantes de las guerras y la violencia armada del siglo XX en el sur de Europa) es mucho más realista, minuciosa y sencilla de lo que pueda indicar la trama. Nuestra protagonista, Hwarim, es una chamana contratada por una familia adinerada con su propio panteón de difuntos, cuyos miembros varones no pueden dormir porque el espíritu de un antepasado los "llama" desde su tumba en busca del descanso eterno. Reunirá a un eficiente equipo para realizar el necesario ritual de exhumación, entre ellos su asistente; un carismático geomante, que viene a ser un experto en ubicar las tumbas / tierras con la energía vital adecuada para los muertos (aplauso atronador en la sala para el protagonista de "Old boy", 20 años después - qué viejuno soy - Choi Min-sik) y, por último, un maestro de pompas fúnebres. Pronto, el grupo se da cuenta de que están desenterrando algo mucho más siniestro que un simple cadáver para darle sepultura y reubicación adecuada, algo que conectará las tradiciones religiosas surcoreanas con el trauma histórico, muy presente en su filmografía, de la no muy lejana ocupación japonesa. Así, también hablamos de la exhumación de los fantasmas de un pasado que los coreanos quieren olvidar.

La película se toma su tiempo para explicarnos los elementos fundamentales de la mitología de los chamanes, su funcionamiento y sus reglas, lo que evitará inteligentemente dudas para el público occidental una vez que el terror es liberado.  Mucho más un thriller psicológico y paranormal que un film de terror al uso, el director nos muestra detalladamente los rituales a ejecutar, en una tensión y abrupto montaje que marcan la creciente intensidad del relato, con cánticos, maquillajes y golpes incesantes de  tambor incluidos. La atmósfera (excelente diseño de sonido) se hará cada vez más asfixiante hasta el encuentro con el espíritu que desenterraran de un espeluznante ataúd en el lugar más extraño y de la forma más macabra posible, giros y sustos incluidos con esos rituales exuberantes y análisis lingüísticos de lápidas. Una combinación de ciencia y magia nada tribal. No es fácil dar una visión completa y entendible de algo tan confuso y lejano a nosotros como esa ritualidad oriental tan estricta, pero el film lo consigue perfectamente.

"Exhuma", así, destaca por una narrativa sólida y una excelente escenificación para generar miedo antes que apostar por el efectismo y pirotecnia de otros filmes. Eso sí, se nos antoja pensar que los coreanos parecen estar más interesados en escoger un buen lugar para enterrar a los muertos que en profundizar en los dilemas morales de los vivos. Me dió por compararlo con nuestro desapego a visitar a nuestros muertos en el día de todos los Santos, visible cada vez más en el abandono de los cementerios lejanos. Aquí hay otra historia de fantasmas quejosos, lo dejo caer. Seguro que los coreanos necesitarán más explicaciones para entenderlo.

Repleta de potencia visual, enfocando el protagonismo en los chamanes - profesionales y no en las víctimas, verosímil y coherente en su propuesta fantástica, equilibrada y meticulosa, es una de las pelis a ver éste año. Seguro no olvidarán la secuencia en que Hwarim baila, canta, se corta y retuerce para apaciguar los espíritus (animalistas sensibles abstenerse, a pesar del cgi). El peligro de la sobreexplicación de los misterios, por lo desconocido de los mismos, lo resuelve con soltura. Y sí, en su clímax está condensada toda una batalla final que recuerda al tono sobrio con parafernalia en los últimos minutos de "El exorcista III", pero el desarrollo la hace inevitable y no chirría para nada. Excelente. A ver en salas (ojalá).

 


(continuaremos, espero con el beneplácito del lector, con los filmes a punto de estreno)
Foto final: Gaztelo-Urrutia y un admirador


Comentaris

  1. A lo mejor una plaga q solo afectará a los politicos, no sería dl todo mala....la d ApocalipsisZ q describiste el otro día, no estaba tan mal...aguardando tú próxima entrega.....

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    1. Querido Koto, por supuesto el virus afectaba a oligarcas, jerifaltes y políticos. Sólo que luego, y no acaba de desarrollar bien, afectaría a nosotros mismos (dentistas, presidentes de Comunidad y abogados y jueces primero). En su segunda mitad, la peli deambula sin rumbo. Eso sí, el plano final es glorioso. Eso es lo que tendrían haber desarrollado antes.

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