LO MEJORCITO DE SITGES '24
Y es que su cartel francés no engaña: dos corazones latiendo entrelazados, y
un lema que define la historia (que me recuerda al de la ochetentera
"Calles de fuego"): "Una comedia romántica y musical
ultraviolenta". Gillespie no engaña. Va a utilizar numerosos clichés,
buscará epatar en la forma (pensada para jóvenes tiktokeros, cosa que en
absoluto es peyorativa), videoclips musicales al ritmo de Billy Idol o The
Cure, la clásica relación entre un chico de suburbios y que coquetea con la
delincuencia y la chica de clase media-alta educada que encuentra
inesperadamente en él la pasión juvenil y la rebeldía, acción brutal y
estilizada (las sombras utilizadas en su comienzo que avanzan un final
equívoco)... Todo puede parecer trillado, de duración desmesurada, inverosímil
en la descripción de la relación principal. Pero no se dejen engañar. Hay una
sinceridad contagiosa en su aparente simpleza. Hay una resolución que, quizá a
algunos le resulte acomodaticia, y a mí me parece altamente subversiva. Existe
pasión desbordante y contagiosa en todo su metraje, en esta pareja moderna a lo
"Bonnie & Clyde". Un huracán de amour fou lleno de riqueza visual
y sonora. Un melodrama épico, que nos pregunta si somos aún, como adultos,
capaces de entender lo inexplicable, ese primer amor entregado durante décadas,
contra todo y todos. Más allá de la razón y sutilezas. Para un servidor, fue
inevitable emocionarme y saber iba a ser mi film favorito del Festival. Uno que
espero encuentre distribución en España, no como mi favorita el año pasado, la
también historia de amor, pero muy, muy bizarra, coreana "Romance
asesino", aún sin estreno por estos lares.
Después de ese comienzo fulgurante, el director y co-guionista, nos lleva a
los años 80 en el Norte de Francia: unos adolescentes Jackie (interpretada ya
treintañera por Adèle Exarchopoulos, tres films en el Festival y el año pasado
dos, que venga en persona, por favor) y Clotaire (más tarde François Civil,
magnético) se conocen en la ciudad a la que ella se traslada, en el mismo
instituto, alrededor de los mismos muelles portuarios. Ella estudia, él hace
pellas. Flirtean, se desafían y se enamoran perdidamente. Jackie, también
insolente, sabe frenar los ataques violentos - contra sí mismo- de Clotaire. La
vida y la cárcel se empeñan en separarlos, pero ya son como dos mitades de un
mismo corazón palpitante. En la segunda mitad de la película, el ya curtido
Clotaire intenta conectar de nuevo con una Jackie que parece haber iniciado una
nueva vida sin él. Gánsteres y viejas lealtades pondrán a prueba su ¿lejano? amor.
Aviso a navegantes: Uno está perdidamente enamorado de Adèle, lo pueden
comprobar en las reseñas del año pasado. ¿Eso me hace más subjetivo?. Por
supuesto. La imagino corriendo, despeinada, desesperada, a una cabina para
llamarme (sí, ya sé uno vive de sueños fílmicos) y vuelvo a creer en el amor
que desafía todo. Quizá eso contribuya a que me crea la historia. Desearía ser
parte de ella. De la historia y de Adèle. ?¿Qué he de hacer para tener 15
minutazos de entrevista personal con ella?. Sé profesional, por favor.
Sí, el film es un romance adolescente. Que crece, que cambia, que parece
amoldarse a la cruda realidad. Pero tiene en todo momento algo de rebeldía no
impostada, de contestataria. Se acerca en momentos a la verdad del amor. Que
consiste, simplemente, en no poder estar sin el otro/a. En cambiar con la edad
sin dejar de ser uno mismo. Denle una posibilidad si se pone a su alcance. Y no
intenten robarme esos minutos con Adèle.
1a) Un momento: Comprobar que uno no es tan maniático como cree cuando, en la zona de prensa de un Auditori repleto, un señor con mascarilla desde atrás te pide dos días seguidos te cambies de sitio porque "le tapas". ¡No me digan no es fantástico el Festival! ¡Cabezas cortadas antes de cada proyección!
2) "EL BAÑO DEL DIABLO" (de Veronika Franz y Severin Fiala, 2024, Austria - Alemana) *****
La indiscutible triunfadora del Festival, con tres premios: Mejor película
de la Sección Oficial, el premio de la crítica Jose Luis Guarner y el del
Jurado Carnet Jove. He de decir que, entrevistando a Carlota Pereda, miembro
del Jurado Oficial y a los 5 jóvenes sobradamente preparados del Carnet Jove,
les sugerí el film como claro vencedor en un año de notables films. Ellos/as,
cómo no, guardaron silencio escrupuloso mientras explicaban, como la semana
siguiente oirán nuestros oyentes, las interioridades de este tipo de Jurados.
El film venía también de ganar un premio a la mejor contribución artística en
la Berlinale.
La película desafía todos los tópicos y prejuicios acerca del género fantástico
y de terror (ver entrevista al Doctor en Psicología Carlos Pitillas, co-autor
del libro "Soy lo que me persigue"). Si, está enmarcado dentro del
subgénero "folk-horror". Sí, claro que hay momentos escalofriantes y
que lindan con el fantástico. Pero en realidad se trata de una disección
tremendamente realista y perturbadora de la incipiente depresión y posterior
desesperación de una joven austríaca a finales del siglo XVIII, una obra
necesaria y femenina de los directores de la ya lejana "Buenas noches,
mamá" (ésta totalmente terrorífica y muy recomendable).
Basada en registros históricos de mujeres con similar final, seguimos a una
joven, Agnes (estremecedora Anja Plaschg), optimista y expectante ante su
matrimonio con un desconocido que la lleva a una aldea alejada de la de su
familia. Poco a poco, huyendo de todo maniqueismo, nuestra protagonista se
siente cada vez más sola y frustrada en su deseo (y obligación) de maternidad,
ignorada por su marido que prefiere el onanismo (¿posible homosexualismo?) y
presionada por una suegra que no entiende ni consiente su mundo devoto y
emocional. Atrapada en esa cárcel interior, desesperada y rechazada por su
familia real, se aísla cada vez más de la vida rural, la pesca y del cuidado de
la casa, incapaz de levantarse de su lecho. Tras cometer actos desesperados e
incapaz de encontrar ayuda y comprensión (salvo en una breve relación con una
mujer embarazada, claro), sólo ve una escapatoria a su tormento, una que está
presente en todo el film (que comienza ya, sin tregua, por su acto horrible). Y
es que en esa sociedad donde la religión es oprimente y no salvadora, ni el
suicidio es una opción por su condena eterna.
Como ven, y uno está aquejado de una depresión mayor (sí, toda recepción de
un film depende del estado vital en qué te encuentres, de dónde y con quién la
ves, de tantos factores...), el guión es atemporal, realista (silencio
sepulcral en una sala con 1.400 personas sobrecogidas, que no esperaban ninguna
sorpresa sobrenatural) y paciente a la hora de mostrar las enfermedades
mentales, en un tiempo que no acababa de dejar atrás del todo la existencia de
la brujería para explicar comportamientos extraños e incómodos. Todo aderezado
con escenas costumbristas (el modo y manera de pescar, la división de roles...),
narrada de forma pausada, esta historia psicológica sobre el comportamiento
humano (hacer daño para esquivar el dolor, ¿cómo juzgar a Agnes en su monólogo
final ante el párroco? ¿cómo si ya le ha perdonado Dios?) te dejará consternado
durante días.
Y he de hablar sobre su fotografía y efectiva puesta en escena. En la
primera mitad de la película, la omnipresente naturaleza está mostrada con luz
anaranjada y cálida, resplandeciente. Es la Agnes inocente en un aura bucólico
y bello. Pero esos tonos serán poco a poco más crudos, fríos, azulados
como la vida que le espera. Y, a medida que la protagonista se adentra en su
estado depresivo, el ritmo cada vez es más pausado, tedioso y lento, como esos
días que parecen no terminarse nunca. No se asuste el lector, el horror está en
nosotros, y si entras en la sincera propuesta del film, acabas atrapado en una
realidad que conoces muy bien, que has vivido, vives o vive en tu entorno.
Una película tan delicada y cuidada como atrevida en su propuesta,
desoladora y brutal con un final desgarrador pero inevitable. Todo tiempo
pasado nunca fue mejor. Un aviso a nuestros políticos y la inversión a favor de
una equilibrada salud mental, recursos contra la soledad, los verdaderos
fantasmas de nuestro tiempo. Recomendada para mis referentes y psicóloga,
psiquiatra y trabajadora social. Imprescindible para todos los demás. Sus
merecidos premios en Sitges le garantizan estreno español éste 15 de Noviembre.
Preseleccionada para los Oscars.
2b) Otro momento: Cuando la, amabilísima, representante, en el jardín
precioso del Hotel Meliá, te pide no le menciones al director la acogida jocosa
(¡muy continuada y duradera!) de su último film en el pase matinal de la misma.
Una peli pretendidamente intimista y de personajes que se convierte en una
comedia involuntaria. No se preocupe, en su pase oficial más tarde, el siempre
participativo, pero respetuoso público a la vez, mantendrá las formas ante la
presencia de su equipo.
Alocada, divertidísima, entrañable, ingeniosa y encantadora comedia de
terror. Y me faltan adjetivos. No veía personajes tan adorables desde la ya
mencionada "Romance asesino". Premio del público, que no suele
equivocarse aquí, en las secciones 'Sitges Collection' y 'Focus Asia'. Vista en
una maratón nocturna (afortunadamente para un veterano la primera de todas), me
sorprendió su frescura y sabor a nada visto anteriormente, jugando con esas
horrorosas leyendas urbanas asiáticas, jugando con la fama inmediata conseguida
en las redes sociales y describiendo una comunidad fantasmal pendiente del
éxito para sobrevivir (algo así como los Dioses antiguos que desaparecen cuando
nadie cree ya en ellos y tienen que forzar apariciones llenas de poder).
Nuestra protagonista (Gingle Wang) es una joven insegura y frágil tanto en
el mundo de los vivos (su padre le falsifica un título de piano para reforzar
su autoestima, título que cuando se rompe provocará su desaparición del mundo
fantasmal al ser la única prueba de su valía, ya que no aprende a tener un
"susto propio" para los humanos, como un "The Ring" de
llamadas malditas cualquiera que se convierta en célebre) como en el de los
muertos, donde parece no destacar en nada. Cuando comienza a desaparecer del
todo, asiste a un casting de sustos donde fracasa, pero consigue el interés
cómplice de Makoto (bigotudo Chen Bolin), un bonachón fantasma que la recluta a
ella y a su mejor amiga (Bai Bai, siempre fiel a su amiga) en su 'equipo' de
espíritus que viven en un hotel que fue famoso por las contorsiones y
apariciones muy ensayadas en una habitación concreta de Catherine (Sandrine
Pinna, altiva y tierna a la vez, maravillosa), una muy talentosa pero casi
olvidada icono cuya popularidad fue decayendo tras el surgimiento de Internet y
la traición de su anterior protegida y despiadada Jessica (Eleven Yao), quien
ahora es la más famosa leyenda urbana gracias a los vídeos sobre ella en
Youtube. Vamos, un "Eva al desnudo" fantasmal. El resto es la
historia de cómo la novata encuentra su sitio entre éstas leyendas del terror
urbano, de cómo se consolidan los lazos de amistad entre este peculiar equipo
al que hay que añadir un técnico/ayudante en efectos especiales - maquillaje y
de cómo se alejan de esa competitividad feroz para aprender a disfrutar de los
sustos que provocan.
También es una sátira feroz del mundo del consumismo, influencers y modas
fugaces entre talk-shows con constantes enfrentamientos entre divas
fantasmales, alfombras rojas de premios, streamers que buscan récords de
visitas... Es como un making-off real detrás de todos esos clichés de terror
asiáticos que tanto adoramos. Sin altibajos, sin cambios de tono bruscos, un
film coral que divierte y parodia un mundo donde la fama lo es todo. Y de paso
te muestra fantasmas que recurren a numerosos trucos para asustar al
personal vivo, algunos ingeniosos, otros más patéticos que nuestro particular
equipo al principio de sus andadas sobrenaturales.
Sí, podemos permitirnos el lujo de ser 'normales' y como somos en realidad
en una sociedad que castiga lo viejo y premia lo nuevo por ridículo que sea. Y
se puede contar una reflexión tan sencilla como incisiva de una manera creativa
y genial. Una peli de culto inmediato, con gore y momentos macabros para los
aficionados y una lección de humanidad contagiosa para el resto. Muy
disfrutable.
3c) Momentazo: Ver la ubicuidad del director del Festival ¡desde
2001! (¿casualidad?), Ángel Sala, presente en varios sitios a la vez, doy fé.
Mi hija ya tenía claro, desde pequeña, que trabajaba mucho. Y que le gustaban
casi todas las pelis que veía, como se reflejaba en el cuadro de puntuaciones
del 'Dirigido por'. Él es necesario, nosotros contingentes.
(continuará)
Lo mejor Adele Exarchopoulos. Pregunta: Ha ganado el cine fantástico y d terror en el festival en stos últimos años, o se echa d menos esas famosas peliculas ochenteras como Reanimator, Aullidos, en compañía d lobos y tantas obras maestras d la época?
ResponEliminaNo me quites a Adele! (eres más guapo y alto).
EliminaLa pregunta es muy interesante. Durante décadas, el festival sólo llevó asociado el terror como género, y todavía hoy hay gente que lo reduce al mismo, cuando sabes que lo fantástico amplia muchísimo la programación, aparte de otras secciones. Así, una de tus pelis favoritas, Mullholland Drive, entra de lleno en las 'competencias' del festival.
Los 80, más adscritos a los tropos generales del terror, trajeron grandes muestras del género. Aunque mira, si veo con ojos 'fantasticos' la década me vienen a la mente Robocop y Desafío Total, grandes sátiras del sistema.
Yo creo que el festival ha ganado con esta propuesta más amplia y que satisface a más público (esa apuesta por los thrillers asiáticos estilizados no me la imagino en los 80, por ejemplo). La ganadora de este año es otra muestra de ello.
Aunque, claro, la mítica de los que vivimos los 80 es inigualable. Ahí están las tres distintas propuestas de 'Evil Dead'.
El doctor que escribió Soy lo que me persigue apostaba por un cine de terror contemporáneo que juega con temáticas nuevas, como It Follows', también.