Yo y mi acreditación |
ACREDITANDOSE EN UN PUEBLO FANTÁSTICO
Como siempre desde hace décadas, pero nunca acreditado como prensa como este año, me desplacé a ese reducto de cinéfilos frikis que es el Festival de Sitges. Gracias, por ello, a la co-directora de Arep, Silvia Vidal.
Aunque algunos no lo crean, también hay que pagar para que te den carnet de
prensa. Yo elegí la modalidad vampire-pass que te daba acceso a 30 films de la
abundante parrilla del festival (sólo en la Sección Oficial Fantástico ofrecían
34 pelis a concurso!!). La modalidad reina era la VIP, con asientos preferentes
en el Auditori del Hotel Meliá (y que era tan difícil conseguir como un carnet
del F.C. Barcelona, renovaban cada año los mismos). A medio camino, la opción
Kong-pass, que te daban ganas de acogerte a ella sólo por el título. Incluso
los fotógrafos de prensa (menos La Vanguardia o TV3, que ya pagaban como
patrocinadores) tenían que pasar por el aro.
Una vez cumplidos los trámites para la acreditación, el medio de dónde
procedes, carta de director/a, muestras de tu trabajo y demás para ser
'aprobado', pasas a pagar la factura correspondiente. Te dan instrucciones para
escoger pelis (ojo, el espacio para prensa es limitado). Si las entradas salen
a la venta para el público el día 19, para prensa salen... El 25!!!!!!!. Van
abriendo una zona para tu perfil en su web, un área para tus reservas, guías de
comportamiento (que uno, como saben, sigue a rajatabla), de información... Y compruebas
el mismo día 19 que el público ya casi ha agotado CASI TODAS las entradas (las
de viernes, sábado y domingo toditas). Y te preocupas, claro. Esto es como un
concierto del Boss. Como uno quiere entrevistas con invitados, jurados y para
alguna presentación de libros adscritos al género, comienzas a cartearte con
miembros de la organización y entrevistas (Hola, Víctor y Niger!!). De los
invitados que no entran dentro de la programación del propio Festival, se
preocupan de proporcionarte el mail de su representante. Y, como es normal,
algunos no te responden, con otros empiezas una correspondencia fructífera o no
(yo siempre mencionaba mi perfil, medio e interés por la salud mental en
concreto) y otros te persiguen, sí, hasta el final del Festival, dándote hasta
link con password para que veas el film en cuestión (comprendes que suelen
coincidir con quienes no encuentran distribución en España). También podrás
tener acceso libre a ruedas de prensa y demás.
Así, llega el día 25 a las 12 y se abre parrilla para prensa, ni un minuto
antes ni un minuto después. Previamente, uno ya se ha hecho listas varias por
si acaso: no han de coincidir en el tiempo - ni un minuto - los films
escogidos, no entran en ningún pack las galas de inicio y clausura, maratones
tampoco (los compraría igualmente, ya saben mis fieles lectores uno es hombre
de tradiciones) y las sesiones a las 8,30 de la mañana en varios espacios (el
Escorxador sustituirá éste año al cine El Retiro, por obras) son exclusivos
para prensa madrugadora y también público que no viene de maratones nocturnas.
Y vienen 3 horas y media de colapsos en la web, errores en horarios que no
coinciden y sesiones agotadas que te obligan a cambios (ah, esas matinales
salvadoras). Es tiempo de emociones, arritmias y plegarias. Qué vivo se siente
uno!. Y otra regla a cumplir, como con los Gremlins: 4 entradas por día como
máximo.
Llegas al final y suspiras. No todos tus deseos se han cumplido, pero la
incertidumbre por descubrir un buen film de casualidad es reconfortante. Uno
también adquiere entradas para dos maratones nocturnos que comienzan a la 1 de
la noche en la sección Midnight Extreme, lo más gore del Festival, una de ellas
la sesión más zombie. Recuerden: el monstruo está dentro nuestro, a veces los
monstruos son los demás y siempre tenemos fantasmas, miedos y traumas que nos
persiguen, como en 'It Follows'. Aún no conocía cierta picaresca de los más
veteranos. También, para el último domingo de resaca del Festival, compro una
entrada para el maratón de la tarde en el Auditori (1.400 personas entregadas)
del Hotel Meliá. Como en éste caso las pelis son programadas el día anterior,
uno no sabe qué verá. Este año resultó, por primera vez, que había visto las 5.
Y me fui a las sesiones del cine Prado, en un palco particular, como hacía con
mi hija y muñecos.
Ya sólo quedaba relajarte y esperar al día 2 de octubre, un día antes del
inicio, para que te acrediten en una sala del Meliá con nombre, medio y foto
barbuda que ya tenían. Otra advertencia: si no vas a una sesión, penalización y
con un número determinado de faltas te pueden retirar el carnet. No se pueden
desaprovechar butacas. Moi piensa en presentar justificaciones.
Por supuesto, ya tenía reservada una habitación doble (por si mi hija podía
o quería venir) en el Hotel Capri, familiar y confortable, donde mi hija creció
durante sus primeros 10 años, con la complicidad y cariño de todo su personal.
Íbamos varias veces al año. Incluso mi papi nos acompañó una vez. Allí pasé los
mejores momentos de mi vida y, creo, de la suya también hasta ese momento. Al
fin y al cabo, ya saben se engendró en el Festival del 2007, entre 'Los
cronocrimenes' (cómo le gustaba a su director, Vigalondo, escuchar esa
historia) y un reestreno de 'Blade Runner', ya en el vientre de su madre, a la
que por cierto no gustó mucho la peli.
El veterano Hotel Capri |
Una última sorpresa me esperaba en el Hotel, pero eso, camaradas, es otra
historia.
Ese día 2 soy el primero para acreditarme, como un niño leyendo su primer
tebeo de Daredevil. Todos son muy amables. Me regalan una bolsa con la silueta
mítica de King Kong y el anuario del Festival. Charlo también con un taquillero
que me será de gran ayuda posteriormente. Son los míticos voluntarios del
Festival. Al lado, se acredita el exdirector del Festival Alex Gorina, el
hombre que quiso borrar el género fantástico y de terror de Sitges. Aún no
sabía acabaría dándole la mano más tarde.
El día posterior, mi ya veterano coche rojito me llevó a Sitges, a ver la
matinal del último film de Quentin Dupieux, maravilloso y original.
Prepárense para reseñas, lo mejor y peor del festival, anécdotas en
entrevistas políticamente incorrectas, traiciones, retrasos, figuras de tu
infancia, política, mujeres guapas sobradamente preparadas, locos en las salas
que me advertían sobre mi futuro, charlas con colegas sobre finales ambiguos,
fideuás volando en jardines, hermosas intérpretes, zonas vip, interiores nunca
vistos en el Meliá, psicólogos cinéfilos (gracias, John Carpenter!), viejos
amigos que vienen desde Barcelona para 15 frustrados minutos... Prepárense para
lo fantástico.
Y, sí, ganó la peli que recomendé al Jurado Oficial y Jurado Carnet Jove,
'El baño del diablo', un film sobre la depresión. Minucioso y certero. Y cómo
no, me reuní de nuevo con mis amigos cineastas asiáticos. También pude ver
cortos amateurs y mediometrajes sobre fracasos personales en la sala Brigadoon.
Y comedias involuntarias. Y alguna decepción y varias maravillas que no creo
lleguen a distribuirse aquí.
No se lo pierdan, valdrá la pena.
3 fantasmas |
Con ganas d leer tus críticas.....to be continued...
ResponEliminaVeo que lo pasaste genial. Me alegro mucho, reportero dicharachero.
ResponEliminaExcelente crónica, Juanmi!!
ResponEliminaMealegro que loallas pasado bien en Sisches y espero que allá ido todo bien sige para Lante 👏👏👏🤗🤗bien echo
ResponEliminaGracias a todos. Tras más de tres décadas asistiendo al Festival, fue un placer vivirlo desde el otro lado. Asumiendo que todo gran poder conlleva una gran responsabilidad, claro...
Eliminaltus nidos del cuco siempre son especiales,me gusta w hayas disfrutado,sobre todo intenta ser feliz.
ResponElimina