El nido del cuco (21-06-2024)

 

AMIGOS Y ENEMIGOS

No estoy bien. Me cuesta mantenerme sereno. Estoy muy muy cansado. Cuando parece imposible, todo puede empeorar.

Les pido perdón de antemano. Sé que  algunos lectores se sentirán igual o peor. No creo ser nadie especial. Todos lidiamos con nuestros miedos y (en mi caso cada vez más escasas) esperanzas.

Este sábado es el cumple de mi hija, que sigue creciendo sin mí. He intentado repetir la jugada del año pasado para darle un regalo, sabiendo que no va a llegarle ningún video ni escrito.

Un ramito de violetas sin nota alguna, como me recordó un negligente psiquiatra. Crucen los dedos a ver si tengo suerte de nuevo.

Tienes que seguir haciendo frente a mentiras, injusticias, desigualdades por sexo, prejuicios, ilegalidades, promesas incumplidas, falsificaciones y pérdida de derechos. Has de explicar a toda una señora directora los derechos que te asisten. Has de amenazar con burofaxes, denunciar y gastarte dinero. Y llevo mucho tiempo ya así. Consigo grandes victorias que me llevan a la inevitable derrota.

A veces miro una foto donde mis dos amigos le dan un besito en cada mejilla a mi hija cumpliendo 10 años, que sonríe y se siente feliz. Fue su último aniversario que pudimos celebrar. Mi padre también sonreía.

Me siento muy solo, como seguramente algunos de ustedes. Y he contado a varias personas, en teoría de confianza, las últimas desventuras. Y he encontrado personas que te ningunean, te reprochan y priorizan otras personas antes que a ti cuando sólo quieres te escuchen. Y luego se hacen los 'ofendiditos', como un día bien definió mi amigo Uri. No se preocupen, no olvidaré el daño infringido.

Parece mentira. Como en los westerns que siempre han amado mi familia, todavía se puede dividir el mundo en 'amigos' y 'enemigos'. Lo que pasa es que las ofensas no se dirimen en duelos, ahora se usan las denuncias. Cada día añoro y comprendo más esa maravillosa sencillez y lucidez de mi papi.

Estoy solo?. Toda la Galia está ocupada por enemigos?

No. Una pequeña aldea resiste al invasor. Desde aquí, mi eterno agradecimiento a aquellos, que sabiendo las últimas intrigas, han estado a mi lado. Gracias, Silvia. Gracias, Julio (si, me puse camisa y zapatos). Gracias, Uri. Sé que no os lo pongo fácil, por eso os quiero más y agradezco infinitamente vuestra exquisita forma de tratarme y animarme.

Sois mi tabla de salvación. Y sabéis estar a la altura. Espero que ustedes, lectores, no estén solos ni ocupados por los romanos y tengan a su lado otros irreductibles galos. 

Pero sigo cansado y desesperanzado. Y cada día soporto menos a los estúpidos impertinentes que creen, además, te pueden tratar de tonto. Huyan de ellos, seguro que los tienen bien localizados. Total, seguro no son ni conscientes del daño que ocasionan. O no les importa.

Cada día estoy más cansado de mí.