El nido del cuco 03-05-2024

 




LA ESPERANZA

Uno, humildemente, tiene tres visiones sobre la esperanza: Según Cortázar, que algo sabrá, la esperanza no nos pertenece a nosotros sino a la vida, es la vida misma defendiéndose.

Es la más poética, claro. La esperanza, entiendo, son nuestras vidas defendiéndose de la mediocridad, de nuestra rutina, de nuestra ruindad.

La segunda y tercera acepción son frikis y así acerco la poesía al tebeo.
Como dijo Sandman, la esperanza es algo que nada puede destruir, es aquello en lo que crees que gana a todas las desgracias.

Y, por último, como Miller decía en un texto de apoyo de Daredevil, un hombre sin esperanza es un hombre sin miedo. Porque sin esperanza, a qué hemos de temer? Y es que dicen que la esperanza es lo último que se pierde...

Pero, es necesario a veces perder la esperanza?

Ya sabrán que, según el mito, la esperanza estaba en el fondo de la famosa caja de Pandora (Ava Gardner, claro) y, después de que saliera todo lo demás, fue lo único que Pandora acertó a retener cerrando la tapa. La esperanza, entendida como una fe optimista en que las cosas saldrán bien, sin necesidad de apoyarse en ninguna base real, es una muestra más del enorme poder que la capacidad de fantasear otorga a los seres humanos. Y ya sabrán uno es un friki redomado.

Vivimos una época en la que la ideología imperante se basa en una versión un tanto maníaca de la felicidad, el optimismo infundado y la fe / fanatismo ante cualquier hecho. Lo que antes se incorporaba a la fe, esperar una vida mejor después de ésta, ahora ha dejado paso a una casta de gurus, políticos, gente que escribe horóscopos y así, clubs de fútbol... Qué te aseguran no pierdas la esperanza porque así conseguirás lo que quieres (Alan Moore ganará el Nobel! Ficharemos a LeBron!). Venden fe en ti mismo cuando lo único que haces es dejar que te engañes.

ILUSIÓN CIEGA

Claro que un optimismo y unas expectativas positivas nos pueden hacer afrontar y  combatir para afrontar situaciones complicadas, como la enfermedad o la pérdida, por lo que una dosis de esperanza es útil en la vida, resistimos mejor a la adversidad, se nos agua el ingenio, la motivación y constancia. (ésta vez si me tocará la loto). Pero luego está la ilusión ciega frente a la realidad o maldad. Puedes depositar esperanza en un amigo y decepcionarte, puedes ganar juicios, tener esperanza y ser derrotado por el sistema.

La ilusión de que, por mal que me esté yendo y por dura que sea la realidad, se producirá un giro de los acontecimientos, puede resultar muy dañina. Incluso cuando los datos objetivos es que vas en cabeza pero constantemente te vas decepcionando y minando. Aferrarse únicamente a la esperanza, lo último que perdemos, nos lleva a la fantasía a medida que perdemos el contacto con la realidad. A creer en Sandman.

Ese es el lado oscuro de la esperanza, su reverso tenebroso.

Ese es el peligro principal de un exceso de esperanza, que nos lleve a desconectar de aquello que realmente está ocurriendo, de nuestra capacidad de analizar lo que percibimos y hacer pronósticos  conforme a los hechos. La esperanza ha de sujetarse al menos en alguna evidencia positiva de que un final feliz es posible, tarde o temprano. Cuando comenzamos a mantenerla a pesar de los hechos muchas veces injustos y discriminatorios, somos Lores Sith.

En una depresión, supongo hay muchos factores psicológicos que nos arrastran con facilidad a adoptar una posición de resistencia a lo Spartacus de mantener una posición contraria a lo que el contexto nos indica. A ignorar cómo pasan los años, ganas en la justicia pero tu hija crece odiándome. Y ya no es cuestión de esperanza, es esperar un milagro, en los que no creo salvo algún cómic.

Supongo también pasa en las relaciones de pareja, en el trabajo recompensado, en un film de Zack Snyder... Hay quien conserva la esperanza a pesar de todos los indicios. Y, como saben, uno ha visto muchas pelis con un final precioso.

Muchas sabias personas optan por una retirada a tiempo, antes de agravar el malestar que ya sufrimos, una vez pareces haber agotado las soluciones posibles (que a veces te envían indicios desconcertantes). La perspectiva de tener la sensación de haberse bajado del tren de Gun Hill demasiado temprano es desagradable, por lo que yo prefiero persistir antes de un abandono. Ni prematuro ni largo, no puedo consentirme un abandono. Porque es mi única lucha.

LO PRÁCTICO 

Y esa negativa a la desesperanza lleva a consecuencias catastróficas si renunciamos a aquello que con tanta fe y posibilidades (recuerden, creía en la justicia) emprendimos. Ya es una vaga esperanza. Con qué llenar ese vacío, esa fuente eterna de conflicto y malestar, al abandono, a la autodestrucción, a un rumbo indefinido. Es una posición insostenible que no puedo o no quiero abandonar.

Todo esto explica mi malestar, el sentimiento de maltrato y mobbing.. Las cosas no cambiaran porque crea que es lo justo, porque quiera o porque tenga (aún) esperanza.

Si, ustedes dirán con razón que me implique en otras personas y actividades. Pero no creo en ninguna de las dos. Aún no puedo abandonar.

Ya no soy un optimista positivo que espera buenos resultados y solucionan problemas. Soy más bien un pesimista herido, muy herido, que me enfrento al problema con emociones desagradables y fatalistas. Cuando te juzgan, te prejuzgan y te hacen sentir que eres un caso único.

Los momentos en que solo la esperanza nos sostiene porque todo lva muy mal y pierdes lo que más querías de forma ruin es muy común en las artes que amo y creo. Es más una cuestión de moral que de realidad palpable. No sé si me habré podido explicar o hay alguien más como yo, tan poco 'practico' (qué horror, no?).

Aún, aún, tengo un halito de esperanza. La incertidumbre llegará cuando acabe.

Y acabé 


Comentaris

  1. En la fe nos aferramos para obtener aquello q anhelamos, en pensar q algo q no existe,ocurrirá, y la esperanza, d Sandman, es el aliento q nos sostiene cuando algo está casi perdido.

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  2. Vivir sin Nada de esperanza o una pizca de ilusión estar muerto en vida.
    Personalmente vivo con aquella máxima de "el no ya lo tengo" y si lo intento y resulta bien, la primera sorprendida soy yo. Pero lo intento!
    Si sale mal siempre tendré el orgullo de haberlo intentado.

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