El nido del cuco 11-02-2022

 

ODA A MARTA SÁNCHEZ

Cuando era preadolescente mis mitos eroticos eran las grandes estrellas del cine clásico, que derrochaban seducción, clase y glamour. Eran inaccesibles: Lauren Bacall, Ava Gardner, Silvana Mangano...

En 1986, Vicky Larraz abandonaba Olé Olé tras un sólo disco y un exitoso sencillo, el "No controles" de Nacho Cano. Ese mismo año era presentada en público su sustituta, Marta Sánchez, para el LP "Los caballeros las prefieren rubias". Yo vi ese momento, en "Tocata", y mis hormonas se revolucionaron. Pasé del starsystem a lo mundano en segundos. Cantó una horrorosa versión del "Lili Marleen" de la diva Dietrich, en un giro casi poético de los acontecimientos.

Sí, era una cantante prefabricada, teñida de rubio platino. Con 19 añitos parecía (o fingía) ser muy inocente, dulce. Tenía (tiene) una gran voz, aunque las canciones del grupo hayan envejecido tan tan tan mal (aunque sigo disfrutando su "Yo soy infiel"). Pronto, y sin redes sociales, se la incluyó en una "guerra de bustos" (Dios, qué políticamente incorrecto es escribir esto hoy) junto a Sabrina y Samantha Fox. A su favor, el placer prohibido de poder ser "la vecina de al lado", aquella mujer más accesible y próxima.

Se convirtió pronto en un mito sexual en la España de la segunda mitad de los 80. También para mí. En la tele de entonces se daba mucha importancia a la música, y seguía atentamente sus muy anunciadas actuaciones para poder grabarlas en mi video Beta. Era, soy, un fetichista de las piernas femeninas. Y las suyas, generosamente exhibidas, me parecían perfectas. Ojo: nunca me pareció "tonta", aunque bordeara conscientemente ese ardid. Y es imposible me atraiga una mala actriz o una mala cantante. Ha de ser una buena profesional, que remarcaria el gran Howard Hawks!!!.

Sí, la vi en directo, con Amparo, Pedro, Marcos, Anto... mis amigos de correrías adolescentes. Y le grité "guapa!". Recuerdo me pareció más bajita de lo que pensaba. Y sí, claro que fantaseaba con ella. De lo erotico a lo lascivo.

Su actuación en TVE cantando "Supernatural" aún la sigo viendo en YouTube, aumentando sus visionados. “Nene, me puedes tocar. / Solo soy una chica normal, supernatural”, decía.

En 1990, sabedora que era la clave del éxito del grupo, rompió lazos con Olé Olé y marchó a Nueva York a grabar su primer disco en solitario, y allí vivió un idilio con Sterling Campbell, el batería de color de Duran Duran. Se le asoció entonces a lo cosmopolita, aunque fue criticada por una entrevista de Jesús Hermida a la pareja por "hablar demasiado en inglés". Internacional sí, pero que se la entienda. No será la última vez que será objeto de críticas.

Fue entonces cuando viajó al Golfo con Narcis Serra para cantar su "Soldados del amor" ante los soldados españoles. Un año después, un servidor haría la mili en infantería de marina. Ay. Asistir a su playback sí que hubiera sido una anécdota!. Estaba guapísima, en su apogeo. Como letrista, eso sí, podía mejorar mucho.

En 1993 se convirtió en un icono trash cinematográfico cuando se convirtió en la estrella de "Supernova", un film hoy de culto junto al gran Javier Gurruchaga. Todo un fracaso de crítica y público. Adivinen quién acudió a su estreno arrastrando a mi amigo Pedro. Y no la he podido volver a ver!. En EEUU sería un fenómeno a la altura de "The Rocky Horror Picture Show": se proyectaria en sesiones nocturnas donde los fans recitarian jocosos sus diálogos y cantarían sus hits. Pero aquí se relegó la peli al ostracismo. Una mezcla tan jugosa entre Frankenstein y Portero de noche!.

Ese fracaso mino su popularidad. Aunque en 1993 su desnudo en Interviu, sólo comparable al de Marisol, fue un fenómeno de masas. Sí, yo también compré ese ejemplar. Mi padre me ayudó a tirarlo, con todo mi material erotico, muchos años después. Recuerdo que se quedó mirando su portada. Su posado fue un acuerdo para que no publicaran unos robados en topless efectuados en una playa. 45 millones de entonces engrosaron su cuenta corriente.

Pero esa exhibición de su desnudez menguo mi libido. Y dejé de seguir su carrera. Su pregón para el Orgullo Gay de Madrid (abucheada de nuevo por... hacerlo en inglés!), sus duetos, su letra para el Himno Nacional... Todo lo posterior ya no lo viví con ese ansia juvenil, claro.

Para mí, lo más parecido a una reina del pop nacional. Sí, ya sé me dirán fue un pobre clon de la constante evolución de Madonna... No les diré que no. Pero sigue siendo aquella chica que tanto deseé en la distancia. Y aún hoy grabo, ahora en un disco duro, sus antiguas apariciones en "Cachitos de hierro y cromo".

Y sigo intentando ver de nuevo "Supernova". Pensando, como entonces, que no debió cortarse tanto el pelo.