El nido del cuco 30-04-2021


 

EL CLUB DE LOS AMIGOS MUERTOS

Si cada uno tiene los amigos que merece, soy un hombre rico y bastante coherente en sus elecciones. Porque aún no tengo claro si uno escoje a sus amigos o ellos te escojen a ti, como un Picachu cualquiera. En mi caso, qué paciencia han tenido!!.

No era mi propósito hablar de mis amigos en este post. Pero esta semana pedí ayuda a mis dos más fieles y antiguos para escribir hoy sobre un día concreto del COU que vivimos. Como quiera que ya hace décadas de ello, mi memoria acaba convirtiendo la realidad en una aventura más épica. Los amantes del western saben que cuando la leyenda es más bonita que la realidad, siempre se imprime la leyenda.

Iba a llamar, llamaré, a ese post "El club de los salesianos muertos", homenajeando al film de Peter Weir que me llega al alma y con el que me siento plenamente identificado. Una peli que, aún lo creo, tomaba prestadas aventuras similares que habíamos protagonizado. Que hablaba de amistad, educación, sueños, rebeldía e inspiración.

Y recurrí a una sesión de Zoom con mis dos compañeros de correrías para ser lo más fiel posible a los hechos acontecidos, siempre obstinado en contar lo más cercano a la verdad. Sí, aunque sé que la verdad siempre depende de los ojos subjetivos que la viven.

Ellos tienen más memoria que yo y, sobre todo, uno conserva un diario de aquellos momentos. Un diario al principio compuesto de breves apuntes y que luego se hace más exhaustivo, consciente su autor que se estaba convirtiendo en el narrador oficial de unos años mágicos.

Y la sesión de Zoom se convirtió en algo memorable y divertido, mientras ese cronista leía y narraba, jocoso y divertido, el hecho que les pedí me recordaran. Y sí, la memoria no se ajustaba a los estrictos hechos. Tampoco se diferenciaba demasiado, la verdad. Básicamente concentré ese hecho en un sólo día cuando la realidad, tozuda, lo alargó a una semana. Una semana movida y llena de retos al poder. Caray, la realidad era todavía más bonita que mi leyenda!!!!.

EL CAMAROTE DE GROUCHO

Y ya tenía mi material para el post de hoy. E iba a ser muy largo. Pero, durante esa jocosa sesión, mi cronista Julio empezó a rememorar otro hecho de nuestras vidas que, en su momento, podría parecer tragicomico pero, como suele pasar, el tiempo ha convertido en un argumento de los Hermanos Marx. Los días en que, roto por el dolor de la pérdida de la chica que más ame (como ya entonces repetía a todos), me quedé a vivir una larga semana en el piso de mi amigo, que se convirtió en algo similar al camarote de Groucho, donde entraban y salian personas que me querían intentando ayudarme. Y mi anfitrión repetía "pasen, pasen, aún hay sitio". Era el centro de reuniones en una época en el que, creo, no teníamos móvil. Entonces, mis amigos me insistían en que cambiara la cerradura de mi casa e intentaban hacerme ver que ese dolor pasaría y todavía besaria a otras chicas.

Tenían razón, por supuesto. Y de esa semana digna de otro post, hubo un hecho que, sin desmerecer a la realidad, se convirtió en leyenda para unos pocos de nosotros. Así me lo recordaba mi cronista / biógrafo: El sabio y misterioso consejo de una escort de lujo (nada menos que en un local de la Diagonal!!!!) acerca de cómo conservar las personas que amamos. Pero eso es otra historia que narrare. Como les dije a mis amigos, este blog me sirve de autoterapia, de apuntes para que un día mi hija pueda o quiera leer y se haga una idea de lo que su padre amo y le hizo emocionar, sean pelis, dramaturgos y guionistas, anécdotas, aventuras y momentos vividos, cómics y rock and roll.

De ese amor, por ejemplo, que ocupó mis más maravillosos años, me quedaron muchos momentos vividos intensamente, como corresponde a un humilde mortal hipersensible como yo. Me quedó una amiga (hola Lucecita), una casi hija adoptada a la cual falle por falta de madurez y que nunca olvidaré, concursos de karaoke, mucho sexo y cintas de cassette, exámenes de carrera y vida, campings soleados... Todo al son de la música de Enrique Urquijo y sus Secretos. Más contras que pros, descubrí este martes decía sobre ella un viejo compañero. Entonces creía no me quedaría ningún buen recuerdo. Y no es verdad. Todo lo que vives con pasión te deja un poso que el tiempo convierte en instantes que atesorar, te equivocaras o no. No sé, al menos en mi caso.

Pero divago. Quiero hablar de mis amigos. De sus similitudes, de sus parecidos, de nuestro amor correspondido. 

 LAS SIMILITUDES DE MIS AMIGOS

Recordad, en vez de rememorar sólo ese día del extinto COU que quería narraros, mis dos viejos amigos me dieron material para varios posts. Y si hacemos otra sesión memoristica, saldrían varios más.

Y nos lo pasamos tan bien que acabamos con un gran abrazo virtual nostálgico.

Mis amigos más antiguos, cuatro, tienen rasgos similares: son personas de fuertes principios, empaticos, solidarios, inteligentes, les gusta escribir (aunque algunos hace tiempo que no practican) y son lectores contumaces. Les gusta el cine, claro. Son sensibles y emotivos. Tienen paciencia, vaya si la tienen. Aman mucho e intensamente y así son, o han sido, amados. Son de fiar. Te acompañan más en los malos momentos que en los buenos. Tienen fe en mí, inevitablemente, y ven cosas en mí que yo no acabo de creer. Son guapos, o así los veo yo. Y a todos les admiro. Por haber formado familias, por superar muchos obstáculos y superarse a sí mismos. Por verme después de años y actuar como el "decíamos ayer...".

HABLANDO DE ELLOS

Hablo de Julio, el hombre que susurraba a mis padres. Su sentido del humor, fantástico. El hombre que ama la poesía, la pintura, la copla. Mi amigo al que conseguí un autógrafo de Marujita Díaz. El que me chincha diciéndome que Shakespeare está sobrevalorado. El de la lista de sus cinco films favoritos, por si sale el tema: Carta de una desconocida, El Gatopardo, El Evangelio según San Mateo, París Texas y Deseando amar. El que le regala a mi hija un diario para que escriba. El que recibe adhesiones de los buenos y suscita temores a los malvados.

Hablo de Uri, el seny y el análisis. El hombre que intenta comprender y ponerse en la piel de los demás, el de los sabios consejos. El padre orgulloso de tres hijos. El que consigue que su ex mujer sea su amiga íntima, como debe ser. El que se enfada contigo cuando debe enfadarse alguien. El que me descubrió a Marillion y El fantasma del paraíso. El hombre y cámara de cine. El amante de Groucho y las frases rápidas e ingeniosas. El que te trae libros del, hoy denostado en algunos sectores de Catalunya, Juan Marse al hospital. El que leyó Watchmen sin que se lo regalara. Un hombre bueno.

Hablo de Ángeles, la chica perfecta. La voz dulce que te calma. La que llaman mis amigos para que hable conmigo. La que perdona mis errores (vaya día que te hice pasar, nena!) y te repite tus aciertos. La estupenda madre de mi ahijada, a la que quería adoptar mi madre. La (gran) escritora en desuso, amante de la cultura y los viajes. La sacrificada hija, el hacha de los acuerdos de élite. La muy educada persona capaz de decirte, al mismo tiempo, que le dan ganas de abofetear a según quien. Aquella que te cuenta nueve,  nueve! orgasmos nocturnos mientras portas maletas en Lorca. La chica a la que, con una sola palabra, ya sé si está decaída e intento hacerla reír. La comprensiva persona que mi voz hace dormir. La chica que me resulta más bella a cada año que pasa. La que piropean autobuseros y cualquier persona cabal. Aquella con la que compartiré (espero que no se cumplan esos augurios) residencia en mi vejez. Nada más ni nada menos.

Hablo de la alocada y espontánea Remedios, la que su mismo nombre define. La que te cuida. La que superó problemas y familia (aunque siga, cómo no, atenta a ella). El ejemplo. La mujer que comprende Tenet y a veces no suelta el móvil de tanta hiperactividad. La que escribe sobre tu último post frases como éstas: "lo leí, y me pareció MARAVILLOSO, y voy tan loca de un lado para otro, cual gallo al matadero, que me dejé pendiente el decirte cuánto me ha gustado", "También yo me pregunté infinidad de veces a donde van los besos que no se dan, y como tú, ya que jamás nadie supo darme respuesta, me inventé la mía propia: Los besos que no damos se los llevan las musas que inspiran a escritores (...) En mi ideario, esas musas etéreas y susurradoras de inspiración esconden de vez en cuando, entre sus huecos hechos de viento, algún beso no dado, burlándoselo al escritor con la esperanza de poder devolvérselo algún día a su dueño si éste consigue enderezar el entuerto hacia esos labios que en su día dejó de atender", "Querido amigo, me has conmovido recordando aquellos tiempos en los que fuimos, más que amantes carnales, amantes de la posibilidad y la expectativa", "Luego la vida ya se encarga de recortar las múltiples ramificaciones que podría haber tenido nuestro árbol genealógico, haciendo de un beso fallido el hacha de un leñador que acaba siendo el arquitecto de nuestro libro de familia", "Ese palabro ahora tan de moda, el “empoderamiento”, me costó años aprenderlo. Sacar provecho de lo que se tiene, porque lo que no se tiene quizás nunca se consigue, pero eso no significa que uno no se pueda querer más y mejor. Y probar a dar todos los besos sin esperar recibirlos a cambio, solo la sorpresa de lo que acontecerá"... No puedo resistirme a no citarla (con su permiso). Amantes de la posibilidad y expectativa... Cómo no voy a tener suerte de llegarla a conocer!!! (que diría Sabino y cantaría mi hija). Aquella que pone words, words, words a tus pensamientos más íntimos. La chica con la que bajaba de su mano las Ramblas. 

Estos son mis amigos más lejanos y más constantes en el tiempo. No podría sentirme más orgulloso de tenerlos.

 SUERTE DE LLEGARLOS A CONOCER

No cuento a mi hermano, a mi primo Anto - mi otro brother -, a mi recién encontrado primo Miguel Ángel, Esther... La familia que te toca (con más toques Corleone que de Alberto Closas).

Pero no puedo olvidarme de Amparin, posterior en el tiempo a mis cuatro viejos amigos, mi fiel refugio de confidencias y explosiones postadolescentes. Aquella a la que acudía mi madre para indagar sobre mí y por la que mi padre supera sus achaques físicos de hoy para verla un momento. La que fumaba sin parar y conducía hasta para ir a la esquina. La que me decía aprendía mucho de mí cuando era yo quien lo hacía. Su rostro exagerado mientras reía siempre me acompaña. La chica fiel a sí misma y a los que consideraba sus amigos. No nos vemos lo suficiente.

Son amigos cuya persistencia en mí y en mis vicisitudes han conseguido que farde de ellos. Como le dije en aquella no lejana reunión a la primera chica con la que baile (y se descalzo para estar a mi altura), "tengo los mejores amigos del mundo", frase que le hizo mucha gracia y contó rápidamente a su marido. La reunión que confundió sobre mi edad a mi hija porque algunos me decían, jocosos, que tenía más cabello porque era (unos meses, he ahí la clave) más joven.

Y quedan otros tantos. Aquellos que el tiempo transformó en invisibles pero nunca pudo difuminarlos. Aquellos que ves poco pero siempre envías este humilde blog. Aquellos que, como siempre me dice Julio, nos abandonaron y no quieren saber de nosotros. Aquellos que nosotros abandonamos a su vez, sea por una o ninguna causa. Sobre los que no he hablado, el cinefilo que siempre me hace reír, el erudito melomano, el ávido coleccionista, el dibujante comiquero, el friki guaperas y sentimentaloide, el músico menguante, el soul man de la Renta, el actor chetao, la vecina que me llevaba al cole, el marinero manitas, la rubia que venía a mi casa por preservativos los festivos... sobre todos ellos quizá escriba otro post. Lo merecen. 

Tengo amigos que, cuando conocen a mi psicóloga, llevan una lista de temas a tratar y eligen los asientos a ocupar. ¿No es eso maravilloso?.

Seguro que tú, fiel lector que has llegado hasta este punto final, también tienes suerte de conocer y amar a otros tantos. 

Comentaris

  1. Por los amigos ausentes y los amores perdidos...la adolescencia y juventud es lo k t marca toda la vida...tus gustos musicales y cinéfilos, tu orientación sexual,etc...akellos amigos k haces en esa época, son para siempre...un saludo a tod@s ell@s

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  2. Sí, Koto. Aquellos son para siempre. A mí me sirven de diarios vivos, casi como en Fahrenheit 451

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