El nido del cuco

 

 

 

FALSO CULPABLE

Dirección
Alfred Hitchcock

Reparto
Henry Fonda
Vera Miles
Anthony Quayle

Año / País:
1956 / Estados Unidos

Título original:
The Wrong Man

 

 

Una serie de atracos a mano armada cometidos por el mismo individuo lleva a la policía a sospechar de un modesto músico de cabaret, un Henry Fonda excelso, casado y con dos hijos a quien los afectados identifican como autor de las fechorías.

Falso culpable es una de las pocas películas de Alfred Hitchcock basada en hechos reales,  como se encarga de recordar el mismo director en un cameo inicial. Una historia bien llevada con grandes dosis dramáticas, perfectamente ensalzadas por una sórdida atmósfera propia del mejor cine negro. En este sentido, la trama presenta unos personajes bien trazados, con distintas personalidades a la hora de afrontar un problema común, el error en la identificación de un hombre inocente. Este error trastornará no solo al protagonista del film, un cabeza de familia con una vida impoluta, que únicamente se permite jugar en las apuestas de forma ocasional, si no también a todo el vinculo familiar, sus hijos y su mujer, una persona insegura, atormentada por una culpabilidad que la conducirá a tener un trastorno mental al borde del suicidio. El gran acierto de tan dura historia, reside en el magistral manejo de las situaciones y “tempos” del metraje, diferenciando tres partes durante su desarrollo, la primera se centra en retratar el día a día de Fonda y su familia, la segunda se corresponde con el arresto y los preliminares al juicio, y la última con el transcurso, y posterior desenlace, del proceso judicial. Aprovechando la trama, la cinta tratará de lanzar una crítica contra el sistema policial estadounidense, demostrando que la presunción de inocencia, en muchos casos, resulta inexistente y el acusado inocente se ve sumergido en una pesadilla que transformará su vida. Y os asegura un servidor que esto acontece también en España. No hay nada peor que la presunción de inocencia no exista, que seas culpable tras una sola declaración.
En definitiva, Falso culpable es un interesante largometraje que pone de manifiesto los sinsabores que la justicia puede causar en situaciones límite.

Estéticamente este título no sigue los cánones originales del cine de Alfred Hitchcock, adoptando en muchos casos un tono semidocumental, incrementado eso si, por un excelente uso de la cámara: travellings largos, encuadres opresivos, sugerentes fundidos… La fotografía se encarga de crear un ambiente turbio, con un magistral empleo de los espacios nocturnos y un manejo de la luz escaso, con gran profusión de sombras de cierto carácter expresionista.

Film realizado por Alfred Hitchcock en su etapa de mayor actividad creativa. El guión, del dramaturgo Maxwell Anderson y de Angus MacPhail, adapta el relato “The True Story of Christopher Emmanuel Balestrero”, de Maxwell Anderson. Se rueda en localizaciones de NY en las que ocurrieron los hechos (estación del metro de la 5ª Avenida, Stroke Club, Sanatorium Greemont, City Prison...) y en los Warner Studios (Hollywood, L.A,). Producido por Alfred Hitchcock para la Warner, se estrena el 22-XII-1956.

Es el último film de Hitchcock filmado en B/N, si se deja aparte “Psicosis”. Es uno de los trabajos más pesimistas, sombríos e inquietantes del autor.


El tema central forma parte del conjunto de obsesiones que más preocupan e interesan a Hitchcock. La persona acusada de un delito que no ha cometido es una de las constantes de su filmografía. En esta ocasión crea en torno del suceso y de su desarrollo una atmósfera de tensión y angustia, que provoca inquietud en el espectador. De un modo contenido, pero comprensible, pone de manifiesto que cualquier persona normal puede ser víctima de una confusión bienintencionada, pero errónea, de consecuencias terribles. El mensaje del film añade elementos que agudizan esa inquietud y la elevan a niveles inusuales. Cualquier ciudadano puede verse envuelto gratuitamente en errores humanos de consecuencias personales y familiares muy graves.

Hitchcock se propone crear un relato eminentemente realista. Para ello se inspira en los documentales televisivos del momento. Añade la puesta en juego de toda su capacidad creativa. Explica una historia real, filma en los mismos lugares de los hechos, dota a los personajes de gran normalidad, destaca la lógica interna de los acontecimientos, presta atención especial a la normalidad de las relaciones familiares, etc.

SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Una vez asegurado el realismo de la historia, el realizador despliega una visión marcadamente personal y subjetiva. Puede pasar desapercibida a quien se deje llevar por las apariencias realistas. Las imágenes de la denuncia, retención, acusación, interrogatorios y encarcelamiento, están construidas de modo que crean percepciones de culpabilidad. En este sentido cabe citar la tinta que ensucia los dedos de Manny después de la impresión de las huellas digitales. El espectador advierte, aunque no la policía, que cuenta pequeñas mentiras a su mujer. Su aspecto físico se identifica con el de los compañeros de detención. Cuando se mira las palmas de las manos y a continuación las cierra, exterioriza una gestualidad que parece hablar de culpabilidad. FIN SPOILER

El conjunto del film deviene en manos de Hitchcock una historia siniestra, opresiva y trágica, que infunde sentimientos de temor, inseguridad, vulnerabilidad y fragilidad. La desconfianza en el correcto funcionamiento de la administración de la justicia, pieza fundamental del Estado de Derecho, se transforma en sentimientos de desamparo. El hecho que el imperio objetivo de la ley pueda verse sustituido por los caprichos del destino, el azar y la fatalidad, explicado por Hitchcock, provoca angustia en aquello que sustenta el estado de derecho.

Es el film en el que Hitchcock hace profesión de sus convicciones católicas con mayor claridad. No sólo presenta imágenes de crucifijos, rosarios y estampas confesionales, sino que además, no sin cierta ironía, se refiere al poder de la oración. La construcción de caracteres es excelente. Los dos protagonistas están dotados de profundidad psicológica. Las interpretaciones de Fonda y Miles, a cargo de papeles difíciles, son notables y convincentes. El final es posiblemente más ambiguo de lo que parece a primera vista.
Es más, su análisis sosegado sugiere sentidos contrarios a los que se desprenden de una lectura directa.

La banda sonora, de Bernard Herrmann, combina melodías festivas y bailables en la sala de fiestas, cortes melancólicos de una composición que glosa el dolor y la angustia de los protagonistas y un brevísimo tema desgarrado y estridente, que sugiere desolación. Reiterar que la fotografía, de Robert Burks, colaborador habitual del realizador, compone una narración oscura y sombría, de aires expresionistas. Se sirve de planos torcidos, (un plano inicial de la sala de fiestas), claustrofóbicos (prisión del Condado de Queens) y subjetivos (detención...), que informan los sentimientos de temor de los protagonistas. Hace uso frecuente de planos medios y añade combinaciones de planos superiores (interrogatorio), planos de detalle (esposas) y encuadres explicativos (anuncio de coches, depósitos bancarios...). Para entender el final creo que se ha de prestar especial atención a los compases de la música de cierre.

Recomendable su visión porque nunca ha perdido su vigencia y Hitch experimenta como en sus mejores ocasiones.

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