MIS PROBLEMAS CON LAS MUJERES
Artista: Loquillo y Trogloditas
Sello: Hispavox
Año publicación: 1987
Cuando era adolescente y me cortaba el pelo, llevaba éste álbum en vinilo para que me arreglaran el cabello tal cual como Sabino Méndez, el más importante compositor de rock del país, lo lucía en la contraportada, con orgulloso tupé e insultante juventud. Eran mis tiempos de chaqueta de cuero, botas y chaleco. Mis tiempos de rocker.
Todavía hoy, el álbum de Loquillo y su engrasada banda Trogloditas, es uno de mis favoritos. El primero producido elegantemente por Steve Taylor y Toni Cruz, irregular y poco temático, a pesar del rotundo título, pero con canciones épicas y convertidas en clásicos instantáneos.
En un principio concebido como un homenaje a los crooners de los años 50, al final la idea se queda en el traje con el que aparece Loquillo la portada, y en un par de canciones. En especial la que da título al álbum ("Hay cosas que un hombre nunca llega a saber: los deseos ocultos de una mujer", en afortunada letra del Loco).
En el álbum se hace presente una mayor variedad en composiciones y estilos gracias, en parte, a la incorporación de Sergio Fecé, un excelente teclista, con el que el sonido de la banda da un importante salto de calidad, y cuya colaboración en la tarea compositiva permite una mayor profundización en la variedad de estilos que Loquillo y su banda venían manejando desde su anterior entrega ("La mafia del baile", con un sonido demasiado frío y metalizado).
El cuarto álbum de la banda vuelve a suponer otro hito en el camino de Loquillo y Trogloditas, ya que "Mis Problemas con las Mujeres" fue en su día el primer disco de Oro de la banda.
Los temas firmados por el compositor habitual, y también guitarra, Sabino comparten protagonismo con los elaborados a medias entre Loquillo y Sergio Fecé y los del guitarra de Vic Ricard Puigdomenech, aunque siguen siendo los del primero los que merecen el reconocimiento comercial y en cierta medida los que quedaron al servicio de la eternidad. Vamos, como siempre en la primera etapa del loco.
En lo musical nos encontramos con un refinamiento en el sonido, aunque sin por ello perder la urgencia y la pegada, que se conservan en el marco de un álbum heterodoxo, en el que trasluce el rock de hechuras clásicas, la herencia del punk, la rumba y hasta el swing de una manera más definida.
Un trabajo que nos ha legado canciones míticas (y polémicas) como "La Mataré", donde el componente racial catalán, en toque de rumba, se une al rock heterodoxo y acertado para trasladarnos a una historia de amor y violencia que hoy en día sigue consiguiendo conmover, "Siempre Libre", ese himno franco, épico y lleno de ansias de vivir, que entronca a la perfección con el mensaje de "Piratas" (quizá la mejor letra del disco, "He modelado una bandera que como todas es para quemar"). Tres canciones que serán ya fijas en el repertorio de la banda.
En cuanto a las canciones ocultas, personalmente destacaría el buen hacer de "El Fantasma de Elvis", uno de esos cortes vacilones, con sus coros doo-woop, hacia los que siempre he sentido un cariño especial, el rock urgente y de letra picara de "Ya no puedo Bailar" (tema compuesto hacia años, cuyo final enlazaba directamente con el riff inicial de "La mataré") y la sencillez y brevedad de "Algún día Moriremos".
En resumen, las canciones se dividen por su temática, titulándose la cara A (concepto que muchos jóvenes desconoceran) "Ellas" y la cara B "Nosotros", y recorre desde el swing más puro, típico de los crooners de los años 50 (“Mis problemas con las mujeres” con sección de vientos al final imitando los temas de James Bond, “Los mejores años de nuestras vidas”) o el rock más típico y efectivo ("Ya no puedo bailar") hasta el rock más rabioso y con cierto tono épico (“El Molino”, “Siempre Libre”) o nostálgico (“Piratas”, “El fantasma de Elvis”) o más suave y reflexivo (“Algún día moriremos”, ) hasta un vals (“Brisa de Abril”, con Puigdomenech, dominando la guitarra de 16 cuerdas). También nos encontramos un tema de sabor latino ("Coleccionistas", esta vez jugueteando con la samba), una canción en catalán (la picante y country “Cançó del Pagés”, con la colaboración en la guitarra de Francesc Pi de la Serra), un soul ("Las mil y una noches") y un rock rumbero y latino (“La Mataré”).
Arrasan en las listas de éxitos con esta última, una composición de Sabino Méndez en la que mezcla rock y rumba, tratando de captar ese sentimiento trágico de la vida y de las relaciones amorosas presente en los grandes de la rumba (con una letra que Sabino siempre ha sostenido ha sido mal interpretada, por lo delicado y serio del tema que aborda). Al respecto, un gran amigo siempre me ha dicho que la actitud desafiante y exaltada del Loco al cantarla deja poco margen de duda a una cierta glorificación de la violencia. Loquillo dejó de cantarla durante una década y, actualmente, desafía lo políticamente correcto interpretandola de nuevo. Lo que está claro es que, si censuramos ésta, tendríamos que hacerlo también con todas esas rumbas de Los Chichos y Chunguitos en las que se inspira. La canción (tremenda sección rítmica del batería Jordi Vila y el bajista Josep Simon) nombrada por Rock de Lux la mejor del año, les catapulta directamente al disco de oro y el reconocimiento masivo, multiplicando el número de conciertos y, con ello, la vida en la carretera, los excesos y los problemas de convivencia.
Pese a la variedad de compositores, las más celebradas siguen siendo las canciones de Sabino Méndez (que aporta, junto con "La mataré", otras como "Siempre libre", "El Molino", "Ya no puedo bailar", "Los mejores años de nuestras vidas", "Piratas", y "El fantasma de Elvis").
Loquillo aporta letras musicadas por Sergio Fecé en "Las mil y una noches" y "Mis problemas con las mujeres", mientras que Ricard Puigdomenech se encarga del resto, las más eclécticas: "Brisa de Abril", Canço del Pagès", "Coleccionistas" y "Algún día moriremos".
Todo un clásico del rock español, que fue reeditado hace unos años con maquetas originales y un concierto en vivo del 87. Y, de vez en cuando, aún me acompaña al peluquero su vinilo.
Los 80 fue la época dorada de los Trogloditas. "Los tiempos están cambiando", el mítico "El ritmo del garaje", "Donde estabas tú en el 77?","La mafia del baile", éste que se reseña, "Morir en primavera"... Hasta llegar al súper ventas, grabado en directo "A por ellos que son pocos y cobardes", donde recuperan canciones que lucían poco en su producción original"
ResponEliminaHoy va de música!!! Gracias por la sección
ResponEliminaUn gran disco muy ecléctico y que a mi siempre me ha entusiasmado, a pesar de no ser fan del loco. Evidentmente por la gran labor del gran Sabino Méndez.
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